El ir y venir de la
psicópata
Dr. Marietan:
Realmente he leído sus artículos y me
parecen por demás interesantes.
Particularmente quería contarle mi
caso del cual UD. verá es repetitivo hasta el hartazgo.
Mi historia con la madre de mi hijo
comienza hace 5 años y medio, al nacer mi hijo mostró una
inusual característica, un desapego total por él. Si bien
por momentos jugaba o lo mimaba, pero no se ocupaba de él
en sus quehaceres domésticos, no lo cambiaba, no se
levantaba a darle la mamadera. Me llamó la atención pero
no tanto, lo justifiqué por su historia de niñez. Cuando
nuestro hijo tuvo 8 meses ella se fue, solo dando la
excusa que debía pensar, allí comenzó el momento más duro
de mi vida porque tuve que hacerme cargo de mi hijo y
sufrir los embates de críticas como que era mal padre o
que no me ocupaba de esto o aquello. Estuvo mi hijo
conmigo durante dos semanas hasta que lo reclamó y accedí
a que lo llevara. No tenía un lugar fijo de residencia,
vivía de casa en casa hasta que nuestro hijo enfermó, lo
hizo en forma tan grave que hubo que internarlo durante
una semana.
Posteriormente a ello y cuando se
hubo recuperado vi que la situación de vivienda seguía de
la misma manera y por ende asesorado por abogados retuve a
mi hijo conmigo para evitar daños mayores, esto generó una
catarata de demandas y afrentas policiales y jurídicas que
no le deseo a nadie. Se negoció en tribunales y nuestro
hijo permaneció conmigo, en donde ella lo visitaba. Luego
de esto llegó fin de año y tuvimos una discusión muy
fuerte en donde hasta hubo algún que otro cachetazo, en
ese momento decidí no verla más y nuestro hijo estaba una
semana con cada uno en donde uno lo dejaba en el jardín y
el otro lo pasaba a buscar por la tarde dejándolo la
semana siguiente e invirtiendo el lugar de permanencia de
nuestro hijo. Todo este hasta que pasados dos meses de esa
gran discusión volvió a llamarme y a hablar conmigo
culpando de todos nuestros problemas a mi madre. Yo lo
único que pensé fue que con tal de que mi hijo no viviera
mi misma experiencia y tuviera una familia accedería a
intentar. Pasó el tiempo y a los tres meses volvimos a
separarnos por un tiempo más corto un mes, volviendo para
irse hace dos meses (pasaron 3 años entre la segunda y la
tercera huida) dejando nuevamente a mi hijo conmigo con la
salvedad que hoy el tiene 4 años y no quiere irse con
ella.
Lo que he notado fueron las
características salientes de estas personalidades, en
donde lo seductor se mezcla con las mentiras y el engaño
sistemático, la destrucción propia y del conviviente
inclusive de su hijo al cual no cuida ni en su aspecto ni
su alimentación. No tiene remordimiento ni culpas, no
conoce los límites no cuida su entorno, no limpia su casa.
Todo lo que recibe, regalos o lo que sea lo destruye y el
dinero se quema literalmente.
Todo esto me ha llevado a la
bancarrota total donde he puesto todo y más de lo que
tenía y en donde hoy me encuentra saldando las deudas que
me dejó.
Ella nunca se termina de ir, siempre
deja cosas en mi casa, he optado por embalar todo y
dárselo para no tener que guardar su recuerdo en ningún
objeto suyo, pero la pregunta del millón es porque su
imagen no me deja vivir en paz, porque es recurrente su
recuerdo (pasaron dos meses) aún sabiendo el daño que me
hizo y que racionalmente es una persona que me ha
perjudicado y me perjudicará cada vez que pueda. Como
balancear la tenencia de mi hijo para que le afecte lo
menos posible, ya que no se ocupa de el y noto su
sufrimiento, ella hace una pantalla en donde ve a mi hijo
todos los días luego de su colegio hasta que yo lo paso a
buscar por donde esté, sin embargo no se ocupa de el
bañándolo o dándole de comer, por el contrario genera
fantasías para él y mientras está con ella lo ignora o lo
deja con otra persona.
Dr, perdón por lo extenso que en
realidad ha sido breve dado la cantidad de cosas que puedo
contarle, sin embargo creo que sería redundar en detalles
que son más que conocidos para estas personas, simplemente
decirle que sé que va a volver y que una parte de mi lo
desea (la menor) y por otro lado no quiero verla nunca más
porque se que es una forma de volver a sufrir. Cómo hacer
para olvidar…. que no importe. Ella siempre busca cada
tanto dejar un detalle para hacerme enojar o lastimarme es
como que quisiera que la tenga siempre presente…. como
puedo acabar con el sufrimiento teniendo que verla hasta
que mi hijo sea mayor?
Lo saluda atentamente agradeciéndole
desde ya su deferencia,
R
R:
Aléjese
de ella.
Si no lo
hace por usted, hágalo por su hijo. Él necesita, al menos,
a uno de los padres bien constituido frente a la vida;
fuerte afectivamente; consolidado en su relación con las
mujeres y el mundo. Que le muestre que la vida es un
milagro a disfrutar cada día; que el mañana se construye
con un gozoso esfuerzo; que hay un lugar para sentirse
bien.
La
inestabilidad afectiva de esta mujer no construye,
desestabiliza, corroe. Nada bueno para una personita que
aprende con la conducta de sus padres cómo es el mundo.
Ella es
el pasado. Y la imagen de ella vuelve a su cabeza sólo
porque su presente es magro, mal nutrido de afectos
verdaderos.
Arregle
sus papeles civiles para separarse completamente de esta
mujer y luego reconstitúyase. Baraje y dé de nuevo. Tal
vez las cartas que le ofrezca la vida le devuelva la
sonrisa franca a usted y a su hijo.
Dr.
Marietan
Dr. Marietan:
Esto es lo que vengo tratando de
hacer desde que me separé la primera vez en 2004, y es un
ida y vuelta permanente, como persona racional puedo
decirle que lo mejor que me puede pasar es que encuentre
otra víctima, pero ni bien se aburra volverá por más y si
no puede intentará con demandas y demás artilugios legales
(como ya lo ha hecho) para quitarme a mi hijo para que
funcione como su rehén y tenerme nuevamente en sus manos.
¿Yo estoy tan enfermo como ella que
no puedo despegarme de esta situación?
Los papeles que teníamos era un acta
de concubinato por suerte y ya hice gestiones para dejar
sentado su triple abandono de hogar, pero como le digo
esto no va a ser suficiente, y como el abandonado tarda un
poco más en recuperarse, soy vulnerable. La única
diferencia en esta tercera oportunidad es que a los 15
días de irse me manifestó que estaba saliendo con otra
persona, cosa que me destruyó, me hizo mucho daño; este
punto es el que en definitiva este tipo de personas no
miden, no les importa dañar al que tienen al lado.
Gracias por sus palabras y como
cierre quiero decirle que en esta oportunidad mi hijo no
enfermó y por suerte al quedarse conmigo está muy bien. De
todas maneras consultaré con una psicopedagoga para
contenerlo de la mejor manera posible, ya que ella es su
madre y él la necesita, pero al no actuar ella como madre
normal, temo que la cabeza de mi hijo sufra en los años
venideros.
Nuevamente gracias por su tiempo y no
tengo inconveniente que publique mi carta salvaguardando
mis datos para mantener el anonimato.
Un abrazo,
R