Carta
A
sabiendas
Estimado Doctor: Mi nombre es Lorena,
tengo 31 años y vivo en la provincia de Buenos Aires.
Le cuento que leí su artículo ya que estaba buscando en
la red información sobre los psicópatas, ya que rompí
una relación de año y medio con uno de ellos. En realidad
él la rompió. Yo soy divorciada y tengo dos niños pequeños,
soy docente, profesora de Literaura, y siempre me consideré
una persona independiente. Al leer su artículo no pude
más que sentirme identificada, mi pregunta es ¿ pero qué
pasa cuándo el complementario es plenamente consciente
de la personalidad de su pareja y más allá de ello y del
sufrimiento no le interese más que seguir a su lado? Desde
el primer momento supe que esta persona era una gran manipuladora
(pero yo tb lo soy en muchos casos, mi límite es el sufrimiento
ajeno), mentirosa, inescrupulosa. Yo sabía perfectamente
cuándo intentaba persuadirme y cuándo me mentía. Él vive
a 1500 km de aquí, nos conocimos un verano y yo inmediatamente
sentí una atracción muy fuerte hacia él, soy una persona
muy selectiva, no me interesan ni los títulos ni el dinero
ni la apariencia, pero me siento atraída por los hombres
inteligentes, y vaya que él sí lo es! comenzamos nuestra
relación como dos conocidos a distancia, intercambiando
infinitos mensajes de texto, también le cuento que myo
soy una persona muy frontal y que muchas veces tiendo
a ser muy belicosa… (lo estoy tratando en terapia),
logramos encontrarnos y a partir de allí nos visitábamos
con frecuencia y comenzábamos a proyectar nuestra vida
juntos, tanto, que él comenzó a planificar mudarse a mi
ciudad y poner su negocio aquí. Para no aburrirlo le cuento
algunos detalles que me hacen relacionarlo, lamentable
e indefectiblemente entre estos tipo psicológicos. Su
frase de cabecera era: «vos tenés que estar agradecida,
tuviste mucha suerte amor, vos ya estás de vuelta con
un divorcio y dos hijos, y que un tipo como yo, soltero,
inteligente y buen partido esté con vos …»; «¿Vos te
ponés es malla cuiando estás con los nenes?, por mí no
es problema, pero pensá que javo (mi hijo mayor de 8 años)
entrá en una edad en que comienza a sentir verguenza y
celos del cuerpo de la mamá», etc, etc etc etc. Sólo hablábamos
por cel cuando él así lo quería, yo muchas veces le mandaba
un sms y él no lo respondía y yo al recriminarle me decía:
«mi tiempo es mío y ni vos ni nadie va a comprometerme
nunca a responder cuando no quiero». Me ha dicho te amo
algunas veces, pero luego, al tiempo me decía que yo entendía
todo mal, que él me amaba como se ama al sol, a la luna,
etc. Cuando hablábamos por tel y no le gustaba lo que
le decía o mi tono de vos o cuando le pedía explicaciones
por algo, simplemente me cortaba o «me ponía enpenitencia»
dejándome sin noticias suyas por unos días. Cuando estábamos
juntos era un hombre extraordinario, no discutíamos nunca,
nos llevábamos genial, mucho diálogo, nos divertíamos
y él era muy dulce, se convertía a la distancia, yo comencé
a llamarlo dr. jekyll y mister hyde. Lo peor de todo es
que yo siempre supe cuando me manipulaba, cuando me mentía
y la verdad no me importaba ni me importa, él nunca reconocía
sus errores, la tonta era yo que no entendía, y creáme
no soy ninguna tonta, simplemente optaba por decirle tenés
razón para no escuchar su prédica interminable. En el
verano estuvimos un mes juntos, y fueron unos tiempor
hermosos, él se fue con la idea de regresar en un mes
y ya instalarse. De un momento a otro yo observé que su
interés estaba decayendo y que cuando le comentaba algo
sobre su mudanza me decía «dejá de planificar sola». Un
día simplemente dejó de responder mis llamados y mensajes,
sólo me pedía que lo deje en paz, y ante mi insistencia
y desconcierto, él me envió un lúgubre y patético sms:
«te quiero mucho pero aun no estoy preparado para asumir
este cambio, ojalá podamos ser amigos, bla, bla, bla»
por sms!!!!!!! nunca accedió a hablar por tel o a que
yo viajara para hablar. Obviamente yo insistí un par de
semanas, soportando humillaciones, ausencias, e ignorancia,
hasta que un día dejé de llamarlo, y estuve un mes sin
tener contacto con él, no era feliz, pero estaba tranquila,
no pensaba en la posibilidad de conocer a otra persona
ya que la comparación maldita me acechaba siempre.Simplemente
disfrutaba de mis hijos, mis amigos, aunque aun con mucha
tristeza (de todas formas le cuento tb que soy una mujer
muy melancólica) y perversamente extrañaba sus humillaciones,
sus malos tratos, sus descalificaciones, sus celos, etc.
porque al tener todo eso, lo tenía a él. El psicopatón
(como ahora lo llamo) aparceció hace unos días con un
tímido mensaje de texto, como una tonta le respondí, está
queriendo hacer buena letra, es dulce y comprensivo. yyo
sé que por dentro hay un monstruo esperando darme una
estocada para luego volver a huir, yo le pregunto que
para qué volvió, y me dice que es porque tiene un corazón
blanco y puro que le permite hablar conmigo sin memoria
(me olvidé de contarle que él tb puso como pretexto de
nuestra separación que yo le había sido infiel, algo que
sólo está en su mente y me echa culpas a mí y aún me dice
que yo no valoro todo lo que él hizo por mi). Yo soy consciente
de que lo mejor que puedo hacer es alejarlo de mi vida,
pero a veces siento que estoy hechizada y que no puedo
alejarme de él ni siquiera de pensamiento, a veces me
digo: no me importa que sea un enfermo, que mienta que
manipule, sólo me importa que esté conmigo. Eso es patético
no? ser consciente y pensar así. Estoy haciendo terapia,
y mi psico pone todo su esfuerzo por ayudarme, pero sólo
me dice cosas que yo ya sé. No sé qué hacer, cómo reaccionar,
sé que él jamás va a cambiar, y a veces creo que yo tb
soy una psicópata por querer estar con él. Le dejo un
saludo, y gracias por su artículo. F.
SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA
