Curso
sobre psicopatía 1, año 2004
Director Hugo Marietán
marietanweb@gmail.com
www.marietan.com
Derechos internacionales reservados
En esta entrega realizaremos un ejercicio de descripción.
Sobre una trascripción de artículos periodísticos
trataremos de descubrir en ellos los rasgos, usando el
Descriptor de Psicopatía que ya tienen.
El caso que presentaremos es muy conocido en Argentina.
Los datos los pueden ampliar de
www.clarin.com o
www.eltribuno.com.ar. Partiremos de un supuesto: que
lo dicho en las notas periodísticas son hechos reales.
Es decir, que a los fines pedagógicos, vamos a leer el
texto y pensar que es una narración sobre un caso. No
usaremos nombres propios, dado que nuestro propósito es
pedagógico y no legal. Tampoco implica una acusación sobre
la persona real del imputado, sino un mero ejercicio de
análisis basado en datos periodísticos. Un como sí. El
relato es secuencial, y se parece a una historia clínica,
donde los primeros datos son difusos y escasos, y luego
van progresando hasta ir teniendo una idea bastante
completa del caso. En cada parte que se repite una
declaración se agregan a su vez más detalles.
Propósito:
el cursante debe separar los rasgos de acuerdo al
descriptor, es decir colocar la tipificación del rasgo y
al lado la parte del relato como ejemplo.
En la próxima entrega lo daremos analizado, pero
mientras tanto trate de hacerlo usted. Suerte. Espero sus
comentarios.
Caso 1: Se creía un Dios
Noticia del 10 de diciembre
2003:
El abogado y empresario C1, acusado de abusar sexualmente
de una niña de ocho años en un hotel alojamiento de Salta,
se negó a declarar ante el juez de instrucción de Salta
informaron fuentes de la investigación.
C1 había llegado a tribunales a bordo de un móvil policial
en medio de un amplio operativo de seguridad y al
descender, con la cabeza tapada, fue insultado por un
grupo de vecinos indignados.
Este mediodía, el juez tomó declaración a la madre de la
niña quien, finalmente, habría presentado la denuncia
contra C1. La mujer es empleada doméstica del acusado y
actualmente depende económicamente del empresario, según
confirmaron dos hijas adolescentes de la mujer.
Una de las chicas señaló que «aparentemente, mi hermanita
está bien. Al menos, así se la ve. Los médicos nos dijeron
que ella no tiene lesiones graves, pero no sabemos qué es
lo que está pasando por su cabecita».
Fuentes de los tribunales informaron que entre las últimas
horas de anoche y las primeras de hoy, el juez y personal
policial allanaron el estudio y la finca de C1, de 54
años.
El juez tomó como testigo del procedimiento en la finca de
Cerrillos a una hermana del acusado y se recogieron
algunos elementos, también se allanó el estudio ubicado en
la calle, de la capital provincial.
En uno de esos lugares, que no fue informado, fue hallada
una hebilla de cabello que pertenecería a la pequeña
víctima.
Esta mañana prestaron nueva declaración indagatoria la
mucama del hotel alojamiento, los dos guardias de
seguridad de ese motel y también el personal policial de
la seccional 10ª, que llegaron al lugar para detener a C1
tras la denuncia que efectuaran los propietarios del
inmueble.
El abogado C1 fue sorprendido el viernes a la noche cuando
el llanto de una criatura alertó a una mucama del motel
que avisó al personal de seguridad y a la Policía, que
detuvo al acusado, quedando detenido e incomunicado.
La nena fue encontrada en la cama de la habitación 23 de
ese hotel alojamiento, presa del miedo y también con una
seria afectación psicológica, según establecieron los
profesionales que la asistieron.
11 de diciembre:
El abogado y empresario C1, de 54 años, acusado de abuso
sexual contra una niña de 8 años, negó ante la Justicia
los cargos que se le imputan. Argumentó que había ido al
hotel alojamiento, donde fue encontrado con la nena, sólo
para darse un hidromasaje porque sufría un fuerte dolor de
cabeza.
En tanto su defensor, confirmó esta tarde que se aleja de
la defensa del empresario salteño, aunque no dio
precisiones de los motivos que lo llevaron a tomar esa
decisión.
Además de negar el abuso, por la mañana C1 dijo en el
despacho del juez que se siente perjudicado. Y dio su
versión de lo sucedido el viernes al mediodía. Según el
abogado, ese día a la mañana encontró a su mucama y la
hija de ella caminando en el centro de la ciudad y la
mujer -aseguró- le insistió para que llevara a la nena
hasta su casa, con una bolsa de comida. C1 agregó que
después, durante el viaje, sintió un fuerte dolor de
cabeza (aseguró que sufre de migraña), que sólo podía
calmar con un hidromasaje. Y que entonces decidió
ingresar al hotel Las Palmeras y -según declaró- dejó a la
nena en el interior de la camioneta.
Luego dijo que escuchó que la niña lloraba y, sólo
entonces, la hizo ingresar a la habitación. Fue en ese
momento -afirmó- que irrumpió la mucama con los custodios
en el cuarto y la Policía lo detuvo. C1 aseguró que todo
se trata de una equivocación» y que se siente «muy
perjudicado».
Según fuentes judiciales, el juez le hizo notar las
contradicciones entre sus dichos y los de los empleados
del hotel, quienes declararon que la pequeña «estaba en la
cama semidesnuda y que tenía su pelo mojado», pero C1 no
dijo nada en su descargo.
Entre los testigos que declararon ayer se encontraba la
madre de la pequeña, quien llegó al juzgado acompañada de
su hijita y que ratificó la denuncia en contra de su
empleador.
Esta mañana, abogado defensor de C1, dijo que la
declaración de su cliente coincide con lo dicho por la
nena: que ella permaneció en la camioneta, que se asustó,
que C1 no la tocó, que no le hizo tocamientos impúdicos,
que no estuvo viendo películas pornográficas, que no la
desvistió, que no la violó. Además, enfatizó su creencia
de que en este caso el abuso desde ningún punto de vista
está tipificado.
12 de diciembre:
Una mujer de 26 años comprometió aun más la situación del
abogado C1, hallado hace pocos días en un motel con una
niña de 8 años. V26 acusó a C1 de haberla violado cuando
tenía 12 años, con lo que sumó una nueva denuncia por
presunto abuso de menores contra el abogado.
La mujer, casada y con un hijo, denunció ayer en la
Comisaría Octava del barrio Santa Lucía, en la ciudad de
Salta, que fue abusada sexualmente por C1 en 1988, cuando
ella tenía 12 años y trabajaba en su estudio jurídico
limpiando y sirviendo café.
Según V26, ella y su hermana mayor -que en ese entonces
tenía 14 años-, fueron llevadas por C1 en su camioneta a
un garaje. Allí, siempre de acuerdo a su relato, el
abogado encerró a su hermana en un baño y la violó durante
varios minutos. No le importaba nada mi desesperación,
aseguró la mujer en un reportaje que publica hoy el diario
salteño El Tribuno.
Después, según aseguró, C1 fue al baño, liberó a su
hermana y las amenazó para que no denunciaran el hecho.
«No pude contarle a nadie lo que me había pasado, yo tenía
demasiado miedo, porque al salir del motel C1 nos dijo que
no lo denunciáramos ni le contáramos a nadie», dijo la
mujer. «Ahora espero que pague en la cárcel todo el mal
que me hizo», declaró.
Luego de los allanamientos ordenados por el juez, se supo
que de la caja fuerte del estudio de C1 se secuestró
material pornográfico, que consistía en revistas, videos y
fotografías de mujeres jóvenes y de niñas.
El abogado defensor de C1, renunció anoche a defender al
acusado por «una cuestión de principios». «Tomé la
decisión tras analizar a fondo el caso. Llegué a la
conclusión de que seguir adelante con la defensa de C1
violentaba mis principios en materia ética», afirmó hoy.
«En un momento hablé largamente con mi cliente. Entonces
él me dijo una cosa con respecto a lo sucedido, pero
después, al conocer lo que secuestró el juez en su
estudio, resultó ser otra muy distinta».
El juez hizo ayer una inspección ocular en el hotel Las
Palmeras, donde C1 fue encontrado en una habitación con la
nena de 8 años, hija de su mucama. El juez dialogó con el
gerente, con quien recorrió la suite 23, que ocupó el
acusado con la niña.
13 de diciembre:
Un nuevo abogado fue designado esta tarde como defensor
del empresario C1, acusado de abusar sexualmente de una
nena de 8 años en un hotel alojamiento de Salta, en
reemplazo del otro letrado, quien renunció a pocas horas
de haber asumido el puesto.
El abogado fue nombrado por la familia C1, luego que el
juez de instrucción a cargo de la causa, le negara hoy al
abogado detenido la posibilidad de autodefenderse.
Por otra parte, se conoció que la mujer y las dos hijas de
C1 analizaban la posibilidad de abandonar la provincia de
Salta, a raíz de una serie de amenazas telefónicas que
recibieron, según informaron allegados a la familia.
Por eso, el abogado defensor se reunió esta tarde con las
mujeres, ya que, según las fuentes, las amenazaron
diciéndoles que «les iba a pasar lo mismo» que a la niña
de ocho años que el viernes último fue encontrada
semidesnuda con C1 en un motel. En tanto, durante el día
de hoy se amplió la denuncia contra C1. El abogado 3,
representante de la madre de la chiquita, presentó una
ampliación de la denuncia ante el juzgado interviniente.
Allí, reclamó a la Justicia que investigue al imputado por
privación ilegítima de la libertad, además de la presunta
corrupción de menores. El abogado 3 explicó que C1, al no
cumplir con la orden de la madre, que le pidió que llevara
a su hija a la casa familiar, ubicada en un humilde barrio
salteño, y, en cambio, conducir a la nena a un albergue
transitorio, habría incurrido en el delito de corrupción
de menor. Y que luego, al retenerla en el motel sin
consentimiento de su madre, habría cometido «privación
ilegítima de la libertad». La carátula de la causa
continúa siendo «supuesto abuso de menor», aunque los
análisis médicos practicados a la pequeña determinaron que
no fue violada.
14 de febrero
2004:
La Justicia investiga si las fotos de nenas desnudas,
encontradas en una caja fuerte de C1 (detenido y acusado
de un supuesto abuso sexual de una chiquita de 8 años),
fueron tomadas por él o por alguna otra persona allegada
al abogado y empresario salteño.
Según se pudo confirmar
en fuentes de la investigación, las fotos fueron tomadas
por un aficionado en una habitación de un motel
alojamiento. Las imágenes, dijeron las fuentes, muestran a
distintas nenas desnudas.
También afirmaron que, por la ambientación que se observa
en las imágenes, podrían haberse sacado en el motel A., un
albergue transitorio que está sobre la ruta nacional 34,
entre las localidades de General Mosconi y Tartagal, en el
norte de la provincia.
Distintas versiones recogidas ayer señalan que el dueño
del A. sería el acusado C1, quien habría heredado esa
propiedad de su padre. Y que lo estaría alquilando desde
hace 12 años.
Con todos estos supuestos antecedentes, el juez (tiene a
su cargo el caso desde el viernes pasado, cuando C1 fue
encontrado en un motel con la nena de 8 años) viajaría en
las próximas horas a Tartagal. Dicen que sería para
verificar si el decorado de las habitaciones del Alcázar,
coincide con los que se ven en las fotografías.
El caso, que generó indignación, comenzó hace ocho días
cuando C1 (de 54 años) llevaba en su camioneta F100 a la
hijita de una empleada suya. En el recorrido hacia su
finca en Cerrillos (en las afueras de Salta), entró en un
motel. Según dijo iba a darse un baño en un hidromasaje
porque tenía un fuerte dolor de cabeza.
Pero, desde la suite 23, una mucama oyó el llanto de una
nena. Y eso provocó que cerraran los portones y llamaran a
la Policía. A C1 lo detuvieron cuando intentaba irse del
lugar. La nena estaba escondida bajo un asiento de la
camioneta.
Ayer, el abogado 3 representa a la madre de la nena que
C1 llevó al motel Las Palmeras dijo:
«Las fotografías no son de ninguna de las hijas de mi
cliente (son cuatro nenas de 8, 10, 13 y 17 años). Y las
cartas encontradas, tampoco», dijo Martínez.
Las fotos y las cartas «de amor» aparecieron en un
allanamiento en la casa de C1. Como se informó ayer,
estaban en una caja fuerte, con estimuladores sexuales,
revistas porno, profilácticos y una tarjeta vip del motel
Las Palmeras.
Ayer, C1 fue sometido a nuevos estudios psiquiátricos. Lo
llevaron al servicio médico judicial desde la subcomisaría
de Villa Lavalle, donde pasó la noche. Los resultados
pueden ser clave para resoluciones que deba tomar el juez,
en el caso caratulado como «supuesto abuso sexual».
Sin embargo, el abogado 3 anticipó que va a pedir el
cambio de carátula por el de «privación ilegítima de la
libertad», y «corrupción de menores».
Ayer, la mamá de la nena que C1 llevó al motel, también
habló con Clarín. El diálogo fue en el estudio de 3.
«Cuando la Policía llamó a la finca en Cerrillos (el
viernes 7, antes del mediodía), yo atendí el teléfono.
Pensé que ella había tenido un accidente y me asusté. Pero
cuando llegué a la comisaría, me enteré lo que le pasó»,
dijo la mujer.
¿Cómo se encontró usted con C1 esa mañana?
Estábamos esperando el colectivo para ir a la finca,
junto al semáforo que está frente a la Terminal. Cuando vi
la camioneta le hice señas, y le pedí al patrón que
llevara a mi hija a mi casa del barrio Mirador del San
Bernardo. Me dijo que no podía porque tenía que ir a la
calera, en Cerrillos. El estaba apurado, como nervioso.
Llevaba unos motores en la camioneta. Después me dijo: ‘La
llevo, pero primero voy a la finca y luego vuelvo a tu
casa’. Yo me quedé porque tenía que ir a trabajar a su
casa de la calle Leguizamón. Antes de que suba mi hija, le
di a ella unas bolsas con mercadería para sus hermanas y
una moneda de un peso porque ella insistía que quería
comprarle algo para sus hermanas que estaban en la finca.
Después, cuando me enteré de todo, puse la denuncia. Desde
entonces, mi hija no deja de contarme lo que le pasó.
¿Qué le cuenta ella?
Dice que estaba en un lugar desconocido, adentro de la
camioneta. Se asustó y lloró. Se bajó de la camioneta y se
metió a la pieza. Ahí ve que el patrón venía a ver qué le
pasaba. La hizo pasar y le cerró la puerta con llave. El
se metió a la bañera. Ella siguió llorando. Golpearon la
puerta, y después sonaba el teléfono. El habló, la subió a
la camioneta y apareció la Policía.
Después, la mujer repitió dos frases: «la nena no fue
violada» y «las cartas no las escribieron mis hijas».
15 de febrero
La madre de la nena de 8 años a la que un abogado salteño
llevó a un hotel alojamiento le acercó al juez de la causa
un nuevo dato. Ayer le dijo que su hija le contó que el
imputado, C1, la obligó a meterse dentro de un hidromasaje
con él. La declaración, que podría darle un nuevo impulso
a la causa, fue confirmada a Clarín por el nuevo abogado
de la mujer, Ab4.
La madre de la chica aseguró ante él, bajo juramento, que
la nena tenía el cabello mojado cuando la volvió a ver. La
explicación se la dio la propia chica: C1 la obligó a
bañarse con él dentro de la habitación 23 del motel Las
Palmeras, en Salta.
La mujer también reveló que C1 la llamó por teléfono desde
su lugar de detención, en la subcomisaría de Villa Lavalle,
apenas lo detuvieron. Marcó el número de su propia casa,
en la calle…, y ahí fue atendido por su empleada
doméstica, que es justamente la madre de la supuesta
víctima.
«Si hablás, te hago aca (te voy a reventar) a vos y a tu
familia», fue la amenaza que ella escuchó, según confirmó,
también, Ab4. Este abogado fue designado ayer. La noche
anterior, la familia de la víctima le había revocado la
designación a 3, quien curiosamente iba a pedir el cambio
de calificación del hecho investigado por uno más
favorable al acusado: «privación ilegítima de la libertad
y corrupción de menores», en lugar de «abuso sexual
agravado», que es la carátula actual.
Este es un delito muy grave. El Código Penal prevé penas
de 8 a 20 años de cárcel para los casos en los que se
compruebe penetración y que la víctima fue un menor de
edad. El caso generó mucha indignación en Salta y en todo
el país.
C1, de 54 años, fue detenido hace nueve días, cuando
intentó huir del hotel alojamiento Las Palmeras
escondiendo bajo el asiento de su camioneta Ford F 100 a
la nena. La Policía llegó al lugar por una oportuna
llamada de la recepcionista, que fue alertada por una
mucama que escuchó llorar a la chica.
Ayer a las 8 de la mañana, en un patrullero, la madre de
la nena fue al juzgado para ampliar su testimonio. Ahí
denunció lo del hidromasaje. Además, le contó al juez que
según lo que le dijo su hija C1 amenazó a la nena con
golpearla, dentro del hotel, si no dejaba de llorar.
El jueves por la noche, un grupo de policías fue hasta la
finca de S y retiró de ahí a las tres hermanas de la
víctima. Tienen 10, 13, 17 años. Hasta ese momento
vivieron en ese lugar.
«Me dijo que las dejó en la finca porque ella no tiene
para darles de comer, porque se quedó sin trabajo. Ahora
pidió un plan Jefas y Jefes de Hogar», explicó Ab4.
Mientras tanto, ayer C1 se sometió a las pericias
psiquiátricas que pueden ser clave para el juez. También
tuvo tiempo para contactarse con el abogado de su ex
esposa, que está gestionando la salida de la provincia de
los hijos del imputado. Para eso necesita la autorización
de C1.
«Los chicos reciben permanentemente amenazas telefónicas,
les tiran papeles anónimos por debajo de la puerta de la
casa. Así no pueden vivir. En dos semanas comienzan las
clases, y no van a faltar los insultos», expresó, quien
analiza si toma o no la defensa de C1.
16 de febrero
Dicen que cuando lo veían venir, a las chinitas les corría
el sudor frío del pánico. Porque ya sabían lo que podía
pasar. Y dicen también que hasta se hacía fotografiar
pisando (copulando) a las nenas. Pero ¿quién iba a decir
algo si él, era el patrón?
Salta es un hervidero de comentarios como éstos desde que
el empresario y abogado C1 (hijo) fue encontrado con una
nena de 8 años en un motel de la ciudad. Mujeres jóvenes
lo acusan de haberlas violado cuando eran chicas; mujeres
ancianas aseguran haber padecido el rigor de los azotes en
su finca tabacalera. Y los hombres que dependen de él,
están descorazonados. Como el capataz. Flaco, magro,
viejo, con el olor del tabaco fresco impregnando su piel,
espera el paso nervioso y rápido del patrón, su patrón,
que para él es «casi su padre», dice.
Es tiempo de cosecha en la finca que los C1 tienen en
Cerrillos, a unos 20 kilómetros de la capital salteña. La
tierra dio buenas hojas de tabaco y no granizó mucho. Así
que es una buena producción y para levantarla se necesitan
muchas manos: hay familias enteras y chicos, muchos
chicos, encañando las hojas.
Pero por ahora, C1 no volverá a la finca. Los C1 no forman
parte de esa elite de apellidos ilustres y tradicionales
de Salta, pero sus actividades comerciales los colocaron
entre los adinerados. Se les atribuye una finca
tabacalera, una calera, una mina de bórax, una fábrica de
pastas, varias propiedades, y un motel en Tartagal, donde
podrían haberse hecho las fotografías de nenas desnudas
que la Justicia encontró en la caja fuerte del abogado.
El escándalo lo puso en boca de toda la ciudad. Y le dio
una triste notoriedad que contrasta con el perfil bajo y
sin ostentaciones que siempre tuvo. «C1 es un empresario
mediano, sin ninguna ascendencia en la política ni en la
Justicia», comentaron fuentes del Gobierno provincial. El
único vínculo con el poder político lo tuvo por su
estrecha relación con la ex secretaria de. Pero, por las
dudas, desde el gobierno se apuraron en aclarar que C1 «no
tuvo ninguna vinculación con Juan Carlos Romero».
C1 lleva el mismo nombre que su padre y es la marca
registrada de la calera de La Merced, en el Valle de
Lerma. Nació en Cerrillos hace 54 años, donde está la
finca de tabaco fundada por su padre. Ahí aprendió a
manejar a la peonada. En 1974 se recibió de abogado en la
Universidad Nacional de Tucumán. Su desempeño profesional
no fue resonante, pero en su legajo del Colegio de
Abogados figuran dos sanciones: un apercibimiento y 15
días de suspensión.
No es lo único. Según fuentes judiciales, C1 también fue
investigado por coacción, desobediencia judicial, falsedad
ideológica, tenencia de explosivos (no habría declarado
una carga de dinamita que iba a usar en su mina) y por
interrupción de vía pública. Hombre venal, nervioso,
irascible por momentos, sus ex empleados recuerdan sus
gritos y sus represalias.
La vida familiar cuenta su casamiento con M,. Tuvieron
cuatro hijos, tres varones y una nena. Los mayores, de 30
y 26 años, viven en Buenos Aires. Los más chicos, una nena
de 12 y un varón de 15, están en la casona de tres
plantas, en pleno centro de Salta.
El matrimonio con M se terminó hace 10 años. Pero
siguieron viviendo bajo el mismo techo «por los hijos y
también por cuestiones legales», contó un amigo de la
familia. Los que tienen algún contacto con ellos, cuentan,
además, que puertas adentro, la convivencia dividió la
casa en dos: la planta baja para él; la planta alta quedó
para M y los hijos.
Desde que se conoció el caso, la mansión de los C1 luce
deshabitada. Las persianas bajas y los portones de madera
maciza parecen sellar una intimidad que se desgrana por
toda la ciudad. Adela y
sus hijos evitan salir y quieren abandonar la provincia.
No sólo por el bochorno que están viviendo, sino también
por las amenazas y notas anónimas que les dejan debajo de
la puerta. Demasiadas presiones para M, una mujer
«sencilla y sumisa», según quienes la conocen, que jamás
se imaginó estar en el centro de la comidilla local.
«Siempre fue mujeriego pero nunca imaginé esto», se la
escuchó decir.
El día que se conoció lo que C1 guardaba en su caja
fuerte, M quedó azorada: las fotos de adolescentes
desnudas, estimuladores sexuales, revistas pornográficas,
fue demasiado para ella. Y también para el ex defensor de
C1, que promovió la audaz versión que daba C1: que fue al
motel Las Palmeras a meterse en el hidromasaje por una
severa jaqueca, porque el baño lo aliviaba. Su historia
clínica dice que padece de fuertes dolores de cabeza. Pero
ese no habría sido el motivo por el que fue hasta ahí con
una nena, a quien habría obligado a entrar en la ducha con
él.
Solo, en su celda de Villa Lavalle, el abogado recibe
todos los días una vianda de comida que le lleva su
hermana. La mujer vive en la finca de Cerrillos, con su
papá, que ya pasó los 80. Y ahí vieron por primera vez a
la mamá de la nena que C1 llevó al motel. La mujer, de 40
años (su nombre no se publica para preservar la identidad
de la chica), trabajaba en una mina de Olacapato, en la
Puna salteña, donde llegó desde Susque (Jujuy).
Estaba tan sola como ahora: «No tengo papá ni mamá ni
hermanos». Pero la vida le trajo seis hijas que llevaban
su apellido; una mirada huidiza y un temple endurecido. De
la mano de su patrón, llegó a Salta para trabajar en la
finca San Clemente, de Cerrillos, en la calera de La
Merced, y en la casa. Hasta hace 10 días, sus hijas
también dependían del patrón, y tres de ellas, de 17, 13 y
10 años, estaban encañando tabaco. En la finca hay celos
por la preferencia que C1 habría mostrado por V: por lo
bajo le reprochan el «ascenso» de ir a limpiar la casa del
patrón.
La mujer y sus hijas viven en una casa desprovista de
todo, a medio terminar y prestada, en el barrio El
Mirador, en las afueras de Salta capital. Ahí se solía ver
la camioneta Ford F 100 gris de C1 subiendo al cerro.
Muchos aseguran que no se movía de la casa de V hasta el
día siguiente. Ella lo desmiente. Y desde que su hija más
chica apareció en un motel con su patrón, está sin
trabajo. Sola. Cobijada detrás de unos ladrillos sin
revoque ni pintura.
19 de febrero
El abogado C1, acusado de haber abusado sexualmente de
una nena de 8 años, deberá volver a prestar declaración
indagatoria el próximo viernes ante la Justicia, luego de
que una hermana de la niña presuntamente abusada denunció
haber sido violada por él cuando tenía 14 años.
Fuentes judiciales confirmaron que C1 será llevado el
próximo viernes ante el juez, ante quien deberá declarar
por la nueva denuncia en su contra, en este caso por
violación.
La hermana de la nena de 8 años encontrada con C1 en la
pieza de un motel se presentó hoy ante la Justicia y
aseguró que ella fue violada años atrás por el abogado
salteño.
La situación procesal de C1, que ya era crítica, con esta
denuncia se agravó algo más. Pese al hermetismo judicial
dispuesto en torno del caso, fuentes policiales revelaron
matices de la nueva denuncia presentada en contra del
empresario.
«Con notable precisión en los detalles, la chica contó
que, cuando tenía 14 años, C1 la fue a buscar a su casa
y, con la excusa de hacerle conocer la finca de Cerrillos,
se la llevó», expresaron las fuentes al diario El Tribuno,
de Salta.
En aquella época, V, la madre de la joven, ya trabajaba al
servicio de C1 desde hacía aproximadamente nueve años. El
abogado visitaba regularmente la casa de la mujer, tal
como contaron varios vecinos de la familia, quienes
recordaron que a menudo veían la camioneta de C1
estacionada frente a la vivienda.
En la nueva denuncia la joven, que ahora tiene 18 años,
relató que C1 la fue a buscar en una camioneta. «Entre
llantos, la chica contó cómo C1, con el pretexto de
hacerle conocer su finca, desvió el vehículo hacia una
zona deshabitada y allí la violó en el interior del
vehículo», contaron las fuentes policiales.
Desde ese día, según la chica, C1 la violó varias veces
más. En la mañana de ayer, luego de cuatro años de
mantener en silencio la historia, la chica hizo la
denuncia.
Por otra parte, fuentes policiales aseguraron hoy que C1
ya había sido investigado en la provincia en dos
oportunidades anteriores por casos de violación, aunque en
ninguna de ellas fue procesado. Según las mismas fuentes,
en una de las causas por violación, que data del año 1984,
C1 fue sobreseído. En la otra, de 1996, el juez a cargo
del caso directamente la desestimó.
22 de febrero de 2003
Otra mujer denunció haber sido violada por C1 cuando
tenía 12 años
Una nueva denuncia de abuso sexual contra C1, el abogado
y empresario que llevó a un hotel alojamiento a una nena
de 8 años, se hizo publica hoy luego de que una mujer
asegurara que fue violada por él cuando tenía 12 años.
La mujer, que sólo se identificó como N, realizó las
declaraciones en una nota que hoy publica el diario local
El Tribuno. Allí dice que, además del hecho de violación
que sufrió a los 12 años, durante cuatro años sufrió
distintos vejámenes.
«Nadie me creyó en ese momento. Nadie me ayudó en mi
denuncia. Me dieron la espalda, me dejaron sola. La
Justicia me abandonó a mi suerte», afirmó.
Norma aseguró que, siendo una adolescente, denunció los
ultrajes que habría sufrido durante cuatro años ante el
juzgado. También expresó: «Si hablo con ustedes (por los
periodistas salteños) es porque exijo justicia, la que me
negaron en el año 1984».
En medio de este cuadro, la Justicia salteña investiga si
C1 además es el padre de una de sus presuntas víctimas.
Sería la hermana mayor de la nena que apareció con él en
el motel, una joven de 18 años que hace tres semanas
denunció que ella también fue violada por C1. Para
determinar si esto es realmente así, el juez del caso,
está por ordenar una serie de estudios genéticos sobre la
adolescente y sobre el imputado.
La novedad llegó al juzgado con la forma de un rumor. Pero
el juez lo tomó en serio y, según fuentes judiciales,
mandaría a ambos a realizarse exámenes de ADN.
Sin embargo, la propia adolescente por ahora niega que C1
sea su padre. El abogado de su madre y de su hermanita,
Ab4, dijo ayer a Clarín:
«Ambas dicen que no es cierto. Pero el juez está en su
derecho de pedir el estudio de ADN, si lo considera
necesario». Esa clase de exámenes tiene un índice de
certeza del 99 por ciento. Y eso podría hacer variar la
situación legal de C1: la ley castiga con penas más altas
la violación de un hijo que de una persona cualquiera.
Algunos peritajes que pidió.
«Entre esos peritajes se encuentran los estudios
psicológicos sobre la personalidad de C1 y también
estudios de ADN, tanto en cabellos de la chiquita de 8
años como así también en una hermana mayor de esa nena,
que también habría sido violada por C1y que, se sospecha,
podría ser hija suya.
También trascendió que, hasta ahora, C1 aseguró no
entender lo sucedido y afirmó que hay gente que lo quiere
perjudicar. Aunque dicen que reconoció que solía llevar en
su camioneta de un lado a otro a la nena que lo denunció y
a sus hermanas, aseguró que nunca las tocó. «Las iba a
buscar y las llevaba a los bailes, a la finca y a otros
lugares, pero jamás violé a ninguna», dijo el abogado.
C1 ya tiene nuevo defensor. Es el abogado salteño D5,
quien ya asistió al acusado en su tercera indagatoria ante
el juez.
LA SENTENCIA, 2005
14 años
para Simón Hoyos
Por Héctor Miguel Salinas
Campoy
http://servipren.com.ar/modules.php?name=News&file=article&sid=22561
10 de marzo de 2005

SALTA (ServiPren) Una gran cantidad de
personas se congregó frente al Sala III de la Cámara del
Crimen, a la espera de la sentencia que podría recaer
sobre el abogado Simón Hoyos, aproximadamente a hs 11,00
los integrantes del tribunal se expidieron y lo
encontraron culpable del delito de «corrupción de menores
doblemente agravado», debiendo indemnizar con 50 mil pesos
a la familia de la víctima.
Cuando se supo el veredicto, cambió el
rostro del acusado, como también causó beneplácito entre
los familiares de la víctima y del querellante Santiago
Pedroza, quien entrevistado por ServiPren expresó esta
fue una sanción ejemplar y servirá para que todos lo que
tienen el poder sobre otras personas, no se abusen de ella
y aprovechen para someter no solo sexual sino psíquica y
físicamente.
Simón Hoyos fue encontrado culpable de
abusar de una nena de ocho años a quien tenía bajo su
guarda. Tras quince días de juicio, la Cámara III del
Crimen de Salta lo condenó hoy a una pena de 14 años de
prisión por el delito de corrupción de menores doblemente
agravado.
Además la Justicia ordenó que el abogado y
empresario salteño le pague a la familia de la chiquita
una indemnización de 50 mil pesos.
Minutos antes de la lectura de la
sentencia, Hoyos le pidió disculpas a «la sociedad y a los
integrantes del Tribunal» que lo condenó, aunque no le
pidió perdón a la familia de la víctima.
«Jamás tuve intenciones de violar a la
niña, a quien quiero mucho, y no tuve intención de
causarle daños físicos, ni psicológicos», aseguró.
Ayer, la fiscal del caso Graciela Herrero
había pedido para el empresario una condena de 12 años de
cárcel. La funcionaria judicial había considerado probado
que Hoyos cometió el delito de corrupción de menores,
doblemente agravado por la edad que tenía la presunta
víctima y por las circunstancias en que fue cometido el
hecho.
En 2003, Hoyos -de 56 años- fue encontrado
en el hotel alojamiento Las Palmeras, en la capital
salteña, con una nena de 8 años, quien era la hija de una
mujer que trabajaba como empleada en la casa del
empresario. (ServiPren)
SIMÓN HOYOS EN UNA CELDA
DE MÁXIMA SEGURIDAD DE 4 X 5 METROS
Por Héctor Miguel Salinas
Campoy, 14 marzo 2005
SALTA (ServiPren)

Tras estas
rejas, se encuentra el lugar de reclusión del abogado
Simón Hoyos. Tiene radio, televisor, acceso a diarios,
libros y revistas y carece de contacto con el resto de la
población penal. Está en un pabellón totalmente aislado
para protegerlo del resto de la población de Villa Las
Rosas.
El abogado y empresario salteño, Simón
Agustín Hoyos, de 57 años y condenado anteayer a 14 años
de prisión por haber abusado de una menor de ocho años con
el propósito de corromperla, quedó alojado, tras el
conocimiento de su sentencia, en la misma celda que ocupó
durante los dos años que estuvo detenido, en la cárcel de
Villa Las Rosas.
La habitación de 4 por 5 metros,
situada en el pabellón de máxima seguridad, se encuentra
alejada y sin contacto de las que utilizan los restantes
integrantes de la población penal.
Hoyos comparte su reclusión junto a un
hombre de 35 años, que asesinó a su esposa y que se halla
sometido a proceso.
Los dos, están fuera del alcance de la ira
del resto de los internos, que tienen códigos propios y
que suelen ejercer su propia justicia, especialmente
contra violadores, corruptores de menores, abusadores de
mujeres u homicidas que han cometido sus crímenes contra
gente indefensa o en una gran desproporción de fuerzas
entre victimario y víctima.
Sin embargo, los más duramente castigados,
son los hombres como Simón Hoyos, que por su condición
económica o de posición social se imponen tiránicamente
sobre gente desesperada y, lo peor, abusan de sus cuerpos
y almas como si fuesen propios, a despecho de que se trate
de niños, como ha ocurrido en este caso que ha mantenido
en vilo al país.
Las autoridades de Villa Las Rosas,
dispusieron un operativo especial de vigilancia personal y
de controles médicos y psiquiátricos sobre el hombre, ya
que cuando fue reingresado en la antevíspera tras conocer
el veredicto del tribunal que lo juzgó, se mostró abatido
y con evidentes señales de estar atravesando por un
proceso depresivo.
Las fuentes consultadas por El Tribuno,
dijeron que «se han redoblado las guardias y los médicos
del plantel le están haciendo más controles que los
habituales, ante el abanico de posibilidades que puede
abrirse en una persona que ha recibido una condena de 14
años: intentar quitarse la vida o sus defensas bajar de
tal forma, que su aparato inmunológico se resienta,
señalaron.
«El está alejado -añadieron- del resto de
los internos- y no puede ir a la biblioteca ni trabajar en
los talleres. Debe permanecer en solitario y las veces que
tiene permiso para salir a respirar a cielo abierto, lo
hace, caminando con la única compañía de sus propios
recuerdos en una canchita de fútbol 9
Según el veredicto de los jueces, Hoyos
deberá estar recluido hasta el 11 de marzo de 2017,
ocasión en que cumplirá su condena, de la que ya ha
computado los dos años que duró el proceso.
Sin embargo, la legislación salteña prevé
el otorgamiento de algunos beneficios. Si observa buena
conducta y sortea los exámenes psiquiátricos, psicológicos
y legales correspondientes, podría tener salidas
transitorias bajo vigilancia en marzo de 2010, es decir,
tras haber pagado el 50% de su deuda. En ese momento,
también podría solicitar ser llevado a un lugar más
benigno, como una granja penal.
Asimismo, cuando cumpla los dos tercios, es
decir poco más de 9 años, en mayo de 2014, podría
solicitar al juez de sentencia, Dr. Mascarello, la
libertad condicional, quien ejerce la potestad de
concedérsela o negársela.
Simón Hoyos también tendría una última
posibilidad, al cumplir 70 años, ocasión en que, por la
edad, podría solicitar reclusión domiciliaria. Pero como
tiene 57 años y ya cumplió dos de condena, habrá pagado
por su crimen pocos meses antes de celebrar su
septuagésimo cumpleaños.
El último protagonista de un «megacaso»
criminal que se acogió a la reclusión domiciliaria por su
edad, fue Pedro Marcilese, condenado a perpetua por haber
encomendado el asesinato del abogado Manuel Antonio de
Escalada Iriondo al matrimonio de sicarios integrado por
Armando Urueña y Mónica Nuciarelli, recluidos, ambos, en
condiciones de máxima seguridad.
Los fundamentos de la sentencia dictada por
la Cámara III del Crimen contra Hoyos, se darán a conocer
el próximo martes, a partir de las 12.45, en lo que se
transformará en la última audiencia de este juicio que se
inició hace dos años, poco después de que el productor
tabacalero y abogado fuese hallado -y capturado por la
policía cuando trataba de escapar- en un albergue
transitorio de la zona Sudeste de la ciudad, junto a la
pequeña J., de 8 años, hija de Valeria Luzco, su empleada
doméstica, con quien Hoyos -como quedó demostrado en la
instrucción y por confesión de ambos- mantenía una
tortuosa relación.
Cabe destacar que también se halla en etapa instructiva,
otra denuncia contra el condenado, presentada por una
hermana mayor de su última víctima, quien asegura que fue
abusada desde su tierna infancia por el profesional. . (ServiPren)
CONTRADICCIONES Y EL ALTO
NIVEL DE PERVERSIÓN LLEVARON A SIMÓN HOYOS A LA CÁRCEL
Por Héctor Miguel Salinas
Campoy
SALTA (ServiPren), 16 de
marzo de 2005
Tras
una exposición de cuatro horas continuas, sin la presencia
del condenado, de la fiscal ni de los abogados que
intervinieron en el caso de uno y otro lado y sólo con la
asistencia de tres periodistas, los jueces de la Cámara
III del Crimen, dieron a conocer ayer los fundamentos de
la condena a 14 años de prisión por «corrupción de menores
agravado y abuso sexual simple», con la que fue sancionado
el empresario, abogado y productor tabacalero Simón
Agustín Hoyos.
Hoyos fue hallado en 7 de febrero de 2003
al interior de un hotel alojamiento para parejas, en
compañía de una de las hijas de su empleada doméstica, de
8 años. Trató de escapar cuando fue sorprendido por los
empleados del establecimiento, pero éstos, que habían
sentido -tras las paredes- los llantos de la niña y
rogarle a su captor «¡no, no!», llamaron a la policía y
cerraron las puertas del motel.
La condena contra Hoyos, fue dada a conocer
el jueves pasado y quedará en firme el 23 del corriente,
si es que su abogado defensor, Pablo Tobío, decide no
apelar, aunque ya adelantó que sí lo hará.
La lectura de los fundamentos fue
realizada, dada su extensión, por los tres integrantes del
tribunal -Antonio María Morosini, Susana Salico de
Martínez y Alberto Fleming-, que lo hicieron por etapas
desde las 12.45 a las 15,42 de la víspera.
En la ocasión, se leyeron todas las
declaraciones captadas durante los dos años que duró la
instrucción y los informes de los especialistas que
hicieron las pericias psicológicas, criminalísticas y
legales correspondientes, coincidentes, las primeras, en
el sentido de que Simón Hoyos es un pervertido sexual con
peligrosos rasgos psicopáticos.
Asimismo, los jueces, destacaron las
enormes contradicciones en las que incurrió Hoyos durante
todas sus exposiciones, en las que fue cambiando detalles
de los hechos, a medida de que las pruebas lo iban
apabullando.
Al respecto, ejemplificaron con lo sucedido
en la última audiencia, en la que «pidió perdón a la
sociedad pero luego, al conocer el veredicto dijo «soy
inocente».
También leyeron las contundentes evidencias
sobre el manejo depravado que ejercía sobre la madre y las
hermanas mayores de su última víctima. Y sobre este
capítulo, recordaron que sobre él pesa una acusación por
violación de parte de una de las chicas.
Además, señalaron que en un allanamiento en
su domicilio, encontraron, en su escritorio, entre otras
cosas, un video filmado por él, donde la madre de estas
menores le practicaba sexo oral; una carta de una de las
hijas de su mucama que se la escribió cuando tenía 13 años
(ahora tiene 17) y en la que le recordaba un encuentro
sexual con él -con palabras y términos de una crudeza
ajena a una adolescente pero propia de una persona
corrupta-; fotografías de jovencitas desnudas; prótesis
penianas, películas pornográficas y todo tipo de material
de esa índole.
Con todos esos elementos, los jueces aseguran en sus
fundamentos, no tener dudas de que Hoyos introdujo a la
pequeña con el evidente propósito de corromperla e
iniciarla en materias en las que ya había sometido a su
madre y a dos de sus hermanas. (ServiPren)