Carta
¿Y mis hijos?
Distinguido y estimado Dr. Marietan,
Fui la C de «El Docente». Unos meses después de escribirle mi carta volví con el psicópata. LE NECESITABA. Después de unos 7 meses rompí del todo la relación y si he tenido veintitantos años de sufrimiento buscado, los motivos por los que me he separado de él definitivamente, son, cuanto menos, tan ESCABROSOS que no los voy a comentar.
Tengo 2 hijos menores y aún así me las he apañado para hacer el «contacto cero» y he estado muy tranquilita. Yo creía que ya todo había terminado, que se había olvidado de mí. Que ya tampoco él me necesitaba. Que ya las ligaduras habían sido cortadas por ambas partes y que ese «tácito pacto» iba a ser respetado.
Hace escasos 4 días, por el convenio regulador de divorcio que tenemos con los hijos, a él le tocaba tener los nenes. Hasta ahora, «se había comportado» pero me ha hecho lo siguiente con los niños.
El lunes por la noche, a la 1 de la madrugada mi hija de 14 años le sorprendió en actitudes y compañía censurable para una niña, drogas (cocaína y alcohol).
La niña le mostró su enfado pero él en su nube le dijo que iba a acompañar al amigo al coche y que enseguida volvía. Mi otro hijo de 7 años también estaba en la casa, despierto.
El psicópata no volvió a la casa. Yo estaba fuera de viaje de ocio. El día que me los tenía que devolver, vi que se acercaba la hora y los niños no venían.
El psicópata no estuvo localizable hasta el miércoles por la mañana. Los niños estaban en casa de los abuelos y mi cuñado me los trajo a casa a la noche.
De repente me sentí de nuevo en sus redes. Sentí ese sufrimiento intenso, descorazonador. Mi hija fue la que me contó todo entre lágrimas.
Desde aquel lunes el P está guardando su silencio, manejando su silencio y manejando mi tiempo y creo que el de sus hijos. No ha llamado a los niños en todos estos dias y eso me desgarra por dentro. Sólo le mandó un escueto mensaje de móvil a mi hija: «Disculpa mi comportamiento».
Hablé con la abogada y me dijo que de momento sería bueno que los niños siguieran viendo a su padre, por supuesto, pero que no pernoctaran con él.
Durante estos dias siento al P dentro de mí, de mi casa, de mi círculo familiar como si estuviera presente como un fantasma semiencarnado, como una fotografía antigua que da miedo. Intento sobre todas las cosas que mis hijos no dramaticen la situación para lo que distraigo su atención e intento estar cómica e intentamos reír.
Dormimos todos juntos en la misma cama, mi hija, mi hijo, yo y un pequeño perrito que le regalé a mi hija mayor cuando el P salió definitivamente de nuestra casa. Es una manera de ser libres pues el P nunca hubiera permitido tal cuadro. Todos en una cama perro incluido.
Sólo quiero saber, sólo quiero desear, sólo quiero implorar que me diga que mis hijos no corren peligro. Tengo mucho miedo que «la manera de ser» de su padre «infecte» el alma de mis hijos.
Tal vez por su experiencia, Dr. Marietan, pueda decirme que los hijos de los P llegan a buen puerto en sus vidas.
De nuevo siento la tensión del acecho del P a mi vida por medio de mis hijos y es esa manipulación tan irrespetuosa y vil la que me desestabiliza.
Cómo debo obrar con mis hijos?
Con él ya lo sé. Contacto cero y no darle información de mis sentimientos ni mis pensamientos. Por eso le escribo. La familia de él está destrozada porque no se esperaban ésto de él después de divorciado pues creían que iba a dejar las drogas y su manera de mal comportarse para dedicarse a la educación de sus hijos y el disfrute de los mismos… yo también albergaba alguna esperanza pero ya ve que no.
De nuevo se ha vuelto a inocular en mis días. Hoy me ha venido la menstruación cuando aún faltaban 12 días para ello. Me enferma y me consume y no quiero, no debo ni me lo puedo permitir pues mis hijos dependen de mí, de lo contrario si mis fuerzas flaquean los dejo en manos de P aunque en el fondo de mi alma, a veces siento, que estamos en ellas queramos o no.
Daría lo que fuera porque mis hijos fueran ya adultos pues no me fío de su padre, ni de su sombra ni de su nombre. Le agradecería que me diera unas pautas pues estoy débil en estos momentos.
Salud doctor. Muy atentamente, RS
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