Psicopatía, psicópatas y
complementarios
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Carta
La
extraña venganza
Acabo de descubrir su pagina y no cabe
duda que el maestro llega solo cuando el estudiante esta
listo. Tengo 61 años y he mantenido financieramente
y protegido desde la muerte de mi padre , hace 40 años,
a mi madre. Ella sufre the narcisismo desde que yo puedo
recordar y hoy me encuentro sola, vacia, y sin saber como
se ama de una forma normal y como se recibe amor de una
forma normal. Ya he vivido mas de la mitad de mi vida
y siento que no tengo razones para continuar. Usted habla
de la NO-venganza porque Mr. J. participo en la relacion
o eligio estar alli junto a la persona que lo destruyo?.
Yo no elegi nacer de esta madre. Yo no pedi llegar a una
casa en la cual siempre estuve sola y fui invisible. He
aprendido que lo unico que los narsisistas respetan, necesitan
y admiran es el dinero. Los ojos les brillan cuando se
preparan para conocer un ser muy cuestionable pero con
muchno dinero. No dudan ni un minuto en tratar como a
reyes a lo peor de la lacra humana. Lamento decirle que
no estoy de acuerdo con Ud. en que el precio de la venganza
es el permanente enlace con la persona que nos ha dañado.
La mejor venganza que yo puedo imaginar es matarme. No
estaria enlazada con ella nunca mas. Mi madre, a sus 93
años, tendria muchas dificultades para tener la
vida llena de lujos y comodidades que yo le he dado. Un
dia en un arranque de valentia o violencia me dijo que
era una desgracia vivir the mi puto dinero. Creo que terminaria
sus dias en el peor de los asilos de ancianos sola y sin
nadie que la recuerde.
Tengo un agujero que va desde el pecho hacia la espalda.
Algo asi como un tunel que me atraviesa el cuerpo y que
no permite que el sol se quede dentro de mi. Sus rayos
de calor que entran por mi pecho no se pueden quedar dentro,
se escapan y se llevan toda su tibieza hacia el orificio
que tengo en la espalda que al estar abierto deja escapar
estas ternuras de amor hacia la nada.
Gracias por lo que hace y por ayudarme a ver, despues
de todos estos años perdidos en las oscuridades
de la culpa que yo no soy responsable de las envidias
que mi madre me ha tenido.
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