Carta
Las secuelas del padre
Dr. Marietan,
Permitame dirigirme a Vd, con la intención en primer lugar
de agradecerle los conocimientos que me ha proporcionado
la lectura de sus artículos de su web, que me han servido
de gran ayuda, y en segundo lugar , solicitarle
asesoramiento sobre algún trabajo o artículo publicado que
trate sobre las consecuencias que puedan sufrir los hijos
que han convivido con un padre narcisista patológico y una
madre que ha intentado disculpar ante ellos (es mi
caso) carencias afectivas.
Me estoy refiriendo al comportamiento de mi marido hacia
nuestros hijos, que durante su infancia y adolescencia no
les manifestó caríño ni les proporcionó atenciones
paternales «normales» en la mayoría de los progenitores.
Conviví 30 años de mi vida sin percatarme de su trastorno.
Todas las carencias que presentaba en su relación con la
familia o la sociedad en general las entendía propias de
una personalidad peculiar, una seriedad excesiva,
incapacidad para disfrutar de lo lúdico, adicción al
trabajo, excesiva responsabilidad en su vida profesional
pero desinterés por la vida familiar, etc. pero aunque
parece increible, solo me he ido dando cuenta de su
verdadera personalidad patológica cuando su vida
profesional y de pareja han hecho crisis, solo ahora se ha
destapado lo que durante años estuvo oculto, mientras
su ego estaba en lo más alto del podium todo se entendía
como su «personalidad» , pero eso cayó y apareció un ser
incapaz de amar (ni a sus propios hijos), egocéntrico, sin
empatía, no es consciente del dolor ajeno, no acepta
críticas, no racionaliza a pesar de ser inteligente, nunca
pide perdón, etc.
Hace un año que comenzé, con ayuda de un
terapeuta, a comprender con quién había pasado la mayor
parte de mi vida , y la decepción que he sentido es
indescriptible y la impotencia por no poder hacer nada me
ha llevado al borde de la depresión, pero con la
separación y el alejamiento empezaré a reorientar mi
vida. Ahora mi mayor preocupación es mi hija (23 años),
tiene sentimientos contradictorios hacia mí, aparentemente
me odia, tiene una horrible opinión sobre mi, no le sirvo
de referente, intenta humillarme, me culpabiliza por haber
mantenido mi matrimonio tanto tiempo…. sin embargo creo
que su visión de la situación no es correcta. Es cierto
que me he equivocado al formar una familia con la persona
menos adecuada y que mis objetivos personales quedaron en
segundo plano, pero soy una persona muy racional, con
unos principios éticos muy sólidos y se salir de las
adversidades. Mi hija me preocupa porque se que está
sufriendo y pienso que puede estar traumatizada por una
relación familiar frustante. No acepta la posibilidad de
una terapia, y quisiera encontrar por mi misma la forma de
como relacionarme con ella para ayudarle.
Agradeciéndole su atención le saluda cordialmente, J,
España
SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA
