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El talento de Mr. Madoff
Fuente: http://www.gaceta.es/negocios/01-02-2009+talento_mr_madoff,noticia_1img,31,31,46019.
Afable financiero de cara a la
galería, en privado demostraba comportamientos psicópatas:
la mentira, la manipulación, el engaño y la crueldad.
Bernard Madoff, presunto autor de la
mayor estafa financiera de la historia.
J. C. / L. T.
Para algunos, Bernard Madoff era un
hombre afable y carismático, pero tenía otra cara.
Tranquilo, controlado y muy en sintonía con su imagen,
hasta en los mínimos detalles. Aunque gestionaba miles de
millones de dólares para particulares y fundaciones,
evitaba las reuniones con la mayor parte de sus
inversores, rodeándose de un aura que le hacía más
deseable.
¿Quién era el Bernie Madoff real?
Una respuesta fácil es que era un charlatán, un
manipulador, pero algunos analistas le vinculan con
criminales en serie. Se preguntan si podría haber robado
sólo por el placer de hacerlo. Algunas de las
características de los psicópatas son la mentira, la
manipulación, la capacidad de engañar, los sentimientos de
grandiosidad y la crueldad hacia sus víctimas, dice Gregg
McCrary, ex agente especial del FBI.
Rasgos destructivos
McCray advierte que parece compartir
muchos rasgos destructivos de un psicópata. La gente como
él se convierte en camaleón, dice McCrary. Saben lo que
quieren las personas y se lo da.
Tuvo la inteligencia de comprender
que cuanto más involucrado estás con los reguladores, más
puedes influir, añade una fuente. Incluso si estás muy
cerca ellos, no van a estar vigilándote. Era un hombre
con una buena idea y un estupendo vendedor, dice Charles
Doherty, ex presidente del Midwest Stock Exchange.
Sus socios y otras personas
relacionadas con él dicen que sus formas puntillosas a
veces entraban en el comportamiento obsesivo-compulsivo.
Pero los antiguos empleados y amigos dicen que esa
obsesión nunca les llevó a pensar que tuviera problemas.
J. Reid Meloy, un psicólogo forense,
ve semejanza entre la confianza que destilaba Madoff y la
de algunos criminales que ha estudiado. Las
personalidades psicópatas no temen que les capturen,
explica.
Asesino en serie
Todo esto ha llevado a algunos
expertos en Psicología a establecer algunas similitudes
entre él y los asesinos en serie como Ted Bundy. Bundy
asesinaba a gente. Madoff asesinaba cuentas bancarias,
asegura.
Como Bundy, Madoff usaba una mente
aguda y un temperamento afable para crear un personaje que
no existía. McCrary afirma que estos individuos creen que
están por encima de la ley, pero el talón de Aquiles es
su sentido de la impunidad.
Si Madoff engañó a los reguladores
durante años, debió ser una experiencia embriagadora,
dice McCrary.
A medida que los investigadores se
zambullen en décadas de documentos sobre sus inversiones,
intentando descifrar si Madoff estaba involucrado en algo
más que una trampa financiera, sus amigos siguen atónitos.
Era un héroe para nosotros, dice Diana Goldberg, que
tomaba el tren con Madoff para ir a clase al Far Rockway
High School de Nueva York. Ahora, el héroe se ha
desvanecido.
Madoff pasó sus primeros años de vida
en Laurelton, un enclave judío. Un lugar idílico para
crecer, rememora Vera Gitten, que asistía a la escuela
primaria con Madoff, a quien recuerda como buen estudiante
y sociable.
Tras graduarse de la escuela
secundaria en 1956, Madoff pasó un año en la Universidad
de Alabama.
Doce meses más tarde se trasladó a
Hofstra University en Nueva York, donde en 1960 se graduó
en Ciencias políticas. Madoff pasó el año siguiente en la
Brooklyn Law School de Nueva York estudiando Derecho y
dirigiendo su negocio de aspersores. Dejó la facultad y,
empleando 5.000 dólares ahorrados, entró en el mundo de
los inversores de Wall Street.