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Cuando el silencio no es suficiente
El juez Ríos va tras la sexualidad de El Portero, quiere confirmar o rechazar el móvil sexual en el crimen de Ángeles Rawson. No es un tema menor, si existe un móvil sexual pude ser pasible de prisión perpetua aún si se descarta la alevosía (Artículo 80 del Código Penal) cae en los considerandos de la ley 26.791 de violencia de género (modificación del artículo 80 en el 2012). Si se descarta el móvil sexual y la alevosía, puede ser condenado por “homicidio simple”, de 8 a 25 años.
De ahí la importancia y lo detallado de los puntos de pericia. El juez pregunta si tiene algún tipo de trastorno sexual, desde la imposibilidad de erección hasta las parafilias. Las parafilias son las que la gente conoce como perversiones, o más coloquialmente como “cosas de degenerados”: usar el dolor o la sumisión para excitarse (sado masoquismo), usar determinados artificios (fetichismo), o mecanismos extremadamente inusuales para la sexualidad común. El Portero ¿controla sus impulsos? ¿Es un ser dominante? ¿Qué imagen tiene de sí mismo? ¿Es definidamente masculino o tiene indicios de homosexualidad? ¿Tiene amigos? ¿Puede establecer relaciones afectivas estables y genuinas? ¿Qué tipo de clima emocional crea en sus relaciones afectivas? ¿Qué rol cumple en un grupo? ¿Tiene conductas rígidas y repetitivas? Estas son algunas de las preguntas que hace el juez y quiere que los psiquiatras, sexólogos y psicólogos forenses se las contesten. Ríos quiere saber si El Portero es un degenerado. Y, además, en el último punto pregunta si colaboró, si omitió o simuló, es decir, si es un mentiroso.
Por consejo de sus abogados Mangeri se negó a someterse a la pericia. Si bien es un derecho que tiene, es un dardo negativo en la subjetividad del juez: un inocente no se opondría a la pericia. ¿Qué más quiere tapar El Portero tras su denso silencio?
Mangeri puede insistir en su mutismo, pero no puede quitarse de encima el dedo acusador de Ángeles que una y mil veces le muestra que entre sus uñas dejó el DNI biológico, la prueba incontrastable: el ADN de El Portero.
Dr. Hugo Marietan, psiquiatra, especialista en psicopatías. Julio 2013
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