SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA

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Mi padre, el Sol Negro

Me atrevo a escribirle para contarle nuestra historia familiar. Estuve leyendo muchos de sus artículos y cartas y no hago más que confirmar lo que hace mucho tiempo supuse, que mi «padre» (lo pongo entre comillas porque me cuesta llamarlo así) es un psicópata. Soy la mayor de 4 hermanos y hace años que vivimos una pesadilla que si Dios quiere está empezando a terminar.
Mi mamá se casó con mi papá muy joven, ella 20 años el 30. Ambos vivían a 500 kms de distancia y el poco contacto, la diferencia de edad y creo yo, la inocencia de mi mamá, hizo que se casaran sin que mi mamá pudiera saber quién era él. Ella estaba deslumbrada con el sacrificio o la prueba de amor que él hacia cada vez que la iba a visitar, por su carisma, por ser un hombre de ciudad y las cosas que podían parecerle raras, las adjudicaba a que provenían de distintos estratos sociales o a que ella era una chica de pueblo. Mirando hacia atrás, recuerda que él le mintió con la edad, que en cada contacto esporádico con amigos y familia de él, se enteraba de algo que la dejaba pensando y que le prometió anotarla en la facultad y nunca lo hizo (ella estaba promediando una excelente carrera y al mudarse de ciudad para casarse debía tramitar el pase, cosa que el prometió hacer)
Al poco tiempo de casarse quedó embarazada de mí y en menos de 4 años ya eramos 3. Todos los embarazos fueron de riesgo y él no mostró nunca sentirse involucrado. Trabajaba en horarios rotativos y siempre tenía una excusa para no estar. Cualquier demostración de angustia o tristeza por parte de mi mamá (con los embarazos o incluso con la muerte de mi abuelo materno) le generaba enojo, con una clara muestra de falta de empatía. Muchas veces se excusaba en su infancia traumática y se victimizaba ante estas situaciones, como si cada muestra de dolor de mi madre le hiciera revivir su dolor.
Con respecto a nosotros, tuvo siempre una distancia notoria…nunca se involucro en nuestra educación ni nos manifestó su afecto. Siempre tuvo un notable rechazo hacia mi hermano, de chico lo maltrataba, incluso fisicamente (aunque nunca lo llego a lastimar), pero sobretodo moralmente, tratándolo de inútil, de inservible. Aún de recién nacido y siendo que estuvo al borde de la muerte, reconoció no soportarlo «por tener la fortaleza que él no hubiera tenido».
Con mi hermana no demostraba el mismo rechazo, si bien al enterarse del embarazo que el provocó (de mutuo acuerdo y por las creencias de mi madre se cuidaban con métodos naturales, pero él insistentemente la buscaba justo en los momentos en que no podían), le dijo a mi madre que no era su hija, sino «de la iglesia».

Durante varios años vivimos aletargados, como si no pasara nada, como si todo fuera normal, aunque claramente nada era normal. Hasta que estalló la bomba en mi manos. Siempre tuvo doble o múltiple vida y en algún momento se volvió notorio. Creo que lo hizo a propósito, quizá por hastío, no lo sé. Yo ya era casi adulta y empezó a perseguirme con lo que hacía o dejaba de hacer con mi novio. De más está decir que jamás le había preocupado ni había demostrado una moral que le diera autoridad para decirme nada, con lo cual lo único que consiguó (y creo que era lo que buscaba) es que yo me propusiera sacarle la máscara. Por supuesto no tardé demasiado porque él se encargaba de dejar muestras por todos lados.
Ahí empezó la etapa más dura. Las idas y venidas, las peleas, las agresiones..y nosotros,como hijos, a la deriva. Mi hermana reaccionó desarrollando un trastorno alimenticio del que él nunca se hizo cargo. Es más, llegó a decir cosas como: «es increíble como una persona anoréxica puede destruir una familia». Hicimos terapia de familia…todos menos él!
Mi mamá entró en una depresión fuerte..alternando con momentos de enojo y a veces respondiendo a su violencia con cierta violencia también.
Esta etapa duró unos 10 años, llenos de idas y venidas, de peleas de todo tipo, de muchas nuevas infidelidades, de escaladas de violencia aún mayor y de creciente resentimiento por parte de nosotros hacia nuestra mamá por no poder salir de esa situación.
Con el tiempo supimos que a las mujeres con las que estaba también les mentía alevosamente y que no tenía dos sino muchísimas caras. Alrededor nuestro nadie imaginó nunca lo que pasaba y la familia de él se puso en nuestra contra. Por supuesto la culpable de todo fui siempre yo, la fría, insensible y traicionera (mi tía llegó incluso a tratarme de anticristo).
Yo me fuí de mi casa al quedar embarazada de mi hija mayor, quizá inconscientemente lo busqué porque la atmósfera que se vivía era realmente insoportable. Aún hoy tengo pesadillas en las que vuelvo a la casa de mi madre y me encuentro con él.
Mi hermano fue profundizando su inseguridad y desarrollo una ansiedad enorme. Hoy está con tratamiento por depresión e impulsividad. Lamentablemente es el que más contacto mantiene con él. Fue el más maltratado sin embargo hoy son los más cercanos. Yo creo que al no tener más a mi madre como presa, lo tiene a él y que sus últimos brotes se deben a esto.
Mi mamá casi no tiene contacto con él, salvo por cuestiones relacionadas con mi hermana menor (la cuarta), pero siento que cada vez que habla con él, él se las ingenia para dejarla pensando una semana o más.
Para completar el perfil, puedo decir que si bien es psicólogo nunca trabajó de eso, que siempre terminó mal en sus trabajos (según él, lo estafaban), que vivió lleno de demandas y multas y jamás asumió nada ni mostró el más mínimo arrepentimiento.De chica recuerdo que me ha sacado plata o me hizo trabajar y no me pago, cosas que jamás le haría a mis hijos. Ahora se muestra desaliñado, dá lástima y dice a los demás que recompuso su relación con nosotros.
Mi preocupación es el contacto que aún tenemos todos con él. Yo cada vez que aparece de la nada a ver a mis hijos, una vez cada dos o tres meses. Esas visitas duran 15 minutos a lo sumo y creo que ni me mira a los ojos. No termino de entender por qué viene, claramente no me quiere y tampoco creo que quiera a mis hijos.
Con mi hermana mayor es casi lo mismo. Más preocupante es el contacto con mi hermana menor, que creo que no entiende cómo es él y con mi hermano que es el más afectado. Me llama la atención que ni su psicólogo ni su psiquiatra le digan que corte el contacto con él.
Mi madre finalmente está entendiendo todo, empezando a salir de su depresión y en busca de la nulidad de su matrimonio.
Qué tipo de terapia debemos seguir para tratar las secuelas de vivir con alguien así?
Muchas gracias por su ayuda!

 

 

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Sobre el autor

Hugo Marietan

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SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA

Hugo Marietan

Nacido en Buenos Aires, en 1951

Médico, Facultad de Medicina, Universidad de Bueno Aires, 1981, MN 62757

Médico Psiquiatra, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, 1986

Formación Docente: Egresado del Curso de Formación Docente Pedagógica en Ciencias de la Salud y Carrera Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires

Docente Adscripto a la Carrera Docente Facultad de Medicina. de la Universidad de Buenos Aires desde junio de 1991 a la fecha.

Académico Titular de la Academia Internacional de Psicología de Brasil (2002)

Para ver el curriculum completo: https://marietan.com/curriculum/

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