Casi medio millón de psicópatas en
España. Muchos de ellos recalan en las empresas como
directivos.
15.11.08
Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/dinero.php/2008/11/15/psicopatas-acoso-mobbing-psicologia-juri-10000
El profesor Robert Hare estimó en el
1% de la población la incidencia de la psicopatía. El 99 %
de los psicópatas no suelen ser identificados jamás e
incluso pasan por buenos trabajadores y directivos.

(PD Sta Cruz de Tenerife).- El
profesor Robert Hare, considerado como la mayor autoridad
mundial en psicópatas estimó hoy la incidencia de la
psicopatía en el 1 % de la población, lo que representa
para España más de 400 000 individuos. La mayor parte de
ellos no están identificados como tales. «Puede ser su
vecino, su mujer, su hijo, o su propia madre» afirmó Hare
en el marco de la Conferencia de Clausura del VII Congreso
Iberoamericano de Psicología Jurídica que hoy finaliza en
Tenerife
Se estima que entre 40 y 50 personas
del círculo de relaciones sociales, o familiares de una
persona normal puntúan en las escalas clínicas como
psicópatas.
Una imagen distorsionada
Lejos de la imagen distorsionada que
presentan de ellos los medios y las películas, los
psicópatas se presentan socialmente como seres
encantadores con enormes habilidades para encandilar y
parasitar a las que luego se convierten sus víctimas.
Los estudios sobre psicópatas ofrecen
datos inquietantes. El 20 % de los acosadores domésticos,
el 10 % de los abusadores infantiles, el 35 % de los
violadores y el 50 % de los secuestradores presentan este
cuadro.
La mayoría de los psicópatas no está
en la cárcel.
Sin embargo no todos los delincuentes
pueden explicar sus conductas por presentar una
psicopatía.
Tan solo el 15 % de los presos
varones y el 10 % de las presas son psicópatas.
La gran mayoría de los psicópatas no
conocen jamás la cárcel. Viven vidas normales sin que
nadie se inquiete de su carácter parasitario y depredador.
Ello les convierte en una fuente de sufrimiento social
para todos aquellos que se convierten en víctimas de sus
técnicas.
El mundo del psicópata es hoy el de
las organizaciones empresariales y políticas, lugares
preferidos por ellos por las oportunidades de alcanzar
poder rápidamente que ofrecen al psicópata.
Su frialdad y su capacidad
camaleónica hacen aparecer a los psicópatas como los
mejores de los directivos.
Mienten de forma compulsiva y sin
pestañear y no sienten compasión como cualquier ser humano
normal puede sentir afirmó Hare.
Expertos en debilidad humana y
parásitos sociales
Como expertos en debilidades humanas
los psicópatas saben explotar al máximo los resquicios que
les dejan la vulnerabilidad humana y organizativa.
De manera oportunista saben
aprovechar como nadie estas características para
consolidar su poder particular en las organizaciones.
En su estrategia preferida, el
mobbing o acoso psicológico, resulta esencial evaluar
cuánto antes quienes son potenciales fuentes de poder y
quienes pueden ser fuentes de oposición ética o
profesional a sus desmanes y fraudes.
Estos últimos trabajadores van a ser
solicitados de dos maneras por parte del psicópata: o bien
serán comprados a precio, o bien serán eliminados con
una frialdad inquietante.
Otras tecnologías que usa el
psicópata son incluso mucho más directas e impactantes. Lo
que tienen en común es que buscan o pretenden eliminar a
los profesionales que por una u otra razón son o se han
vuelto amenazantes por ser obstaculizadores de la
actuación del psicópata.
La naturaleza fría y calculadora del
psicópata obtiene un triunfo decisivo a partir del momento
en que se emplea en estudiar y detectar cuál puede ser el
mejor momento para atacar y eliminar a un enemigo molesto
o amenazante con el menor riesgo posible para él.
Analizan cuidadosamente el mejor
momento para librarse de su víctima.
La inutilidad de la terapia.
El profesor Hare advirtió la
inutilidad de practicar terapia o programas de
rehabilitación con los psicópatas. «Su escasa motivación
unida a su habilidad para manipular al propio
psicoterapeuta convierte en inútiles los esfuerzos por
cambiarlos» aseveró Hare. La terapia funciona en ellos al
revés. «No solo no cambian sino que aprenden nuevas
estrategias»- concluyó el profesor Hare.
Una pregunta sin respuesta es «que es
lo que hacemos con ellos» toda vez que no van a cambiar
con el tiempo, sino en todo caso refinar sus
comportamientos depredadores con la práctica y nuevos
aprendizajes.
El caso Mari Luz y otros casos
similares han lanzado las alarmas acerca de un problema
socialmente irresuelto.