Poemas de complementarios
(Dejó al psicópata, pero quedaron los versos)
A UN MITÓMANO
Pequeño monstruo:
Desnudo ya de las capas de mentiras,
te sigo viendo hermoso.
Para inventar necesitaste la materia prima
de tus sueños,
reflejos brillantes de tus más oscuros
deseos.
Quedé atrapada en redes de ilusiones,
en mundos alternos a este que también me
cuesta soportar.
No tienes la culpa de aferrarte a un
espejismo,
oasis del desierto que habita nuestros
corazones.
Culpable sólo de inundar mi soledad de
colores,
de tirarme al abismo donde descubrí mi
fuerza,
del milagro de aniquilar contigo mis
demonios.
Te perdono mentir si buscabas amor,
te perdono el vacío que se llenó de
cuentos,
te perdono tu encanto
mas no te perdono la traición.
Tu te irás, te irás por siempre,
creciendo tu colección de adioses,
en busca de otros desiertos, soñándolos de
tierra fértil
donde puedan florecer tus milagros.
Yo me quedo aquí, lavando con lluvia mi
dolor,
desdibujándolo en cada atardecer en la
playa.
Mi corazón seguirá temblando,
guardando la pequeña esperanza
de que la verdad flote en el tuyo,
corazón-mar de olas gigantes.
Te veré sólo en el caótico espacio de mis
sueños y recuerdos,
del que sólo saldrás si un día me buscas
cuando quieras que alguien esté ahí para
integrar tus mundos con éste.
Mientras tanto, quizás por siempre,
aquí te quedas como la más sublime utopía,
mi pequeño monstruo, maravilla.
Kara
Dolor, nube de polvo
agotando el aire en mis pulmones.
Mientras más respiro más me ahogo.
No te disipa el tiempo.
No alcanza a tocarte la razón.
Pesada, indestructible cadena,
inútil razonamiento:
Si todo era falso
¿cómo pudo echar raíces tan hondo?
cansada mi mente de no comprender todo.
Mi corazón es un barco al que el mar se le
evaporó,
anclado quedó mi deseo.
Déjame huir, realidad,
tan lejos que no me alcance esta pesadilla,
el sentimiento inefable,
infierno en cada célula de mi cuerpo.
Otra vez y para siempre: desierto
donde deje de llamarme
la atracción perenne a sus inventos.
Bestia, brazos de flores,
pecho inasible donde durmieron dos años mis
miedos,
Océanos de oscuridad
malditos demonios
navegando en tu realidad.
Desiertos inmensos
habitan tu corazón.
Fríos témpanos
cortando tus labios.
Amanecer abortado
fracaso boreal
pájaro estúpido
de alas rotas.
Niño despojando,
arrebatando los sueños a los demás.
Violento naufragio
fracaso para el recuerdo
Fuego de ansiedad
ardiendo la diminuta oportunidad a la que
no te aferras.
Enfermedad que te carcome el alma,
que te incendia la sangre sin remedio,
que te jode la vida y de paso
contagia y arrastra a quien te crea.
Destino espinado
¿cómo será tu fin?
desolado
trágico,
amargo,
infectado.
Ya no podré salvarte
mis rezos no causarán milagros.
Ya no podrás salvarte
en tu tierra sin dioses ni encantos
¿cómo toleras el peso de la noche?
¿el miedo de ti?
¿qué se siente tener las manos tan limpias
de cicatrices de levantarte?
¿qué se siente tener las alas vacías
qué ingenua volverá a amarte?
Cuando llegué tu fin
la caída final
de ese abismo que has cavado
solo podré abrazarte
claro que puedo abrazarte.
Siempre ha sido así
Siempre será así
Kara
|