SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA

Página Pensamiento Paranoide del sitio del Dr. Hugo R. Marietán

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El
pensamiento paranoide1

Dr. Hugo R. Marietán2

Contenido paranoide

El sufijo “oide” significa
semejante, por eso se designa como paranoide a la
persona que presenta rasgos atenuados que hacen
recordar a la psicosis delirante paranoica.
Desconfianza
El rasgo paranoide se caracteriza por girar alrededor
de un núcleo que es la desconfianza. La falta de
confianza, en última instancia, es un problema de
fe. En la fe, que es el fundamento de la creencia,
no hay lugar para la duda o el análisis, es creer
sin que importe entender. Si bien tiene su máxima
expresión en lo místico y religioso, la fe se enseñorea
en todos los terrenos de lo mental. Somos personas
confiadas, confiamos en nuestro entorno, confiamos
en que la rutina que tuvimos a lo largo de nuestra
vida se va a repetir en el día de hoy, y luego en
el día de mañana y así sucesivamente.
Hay una confianza básica, ingenua, en el sistema
y en el medio que vivimos. También tenemos confianza
en el resto de la gente; más allá de la crítica
que podemos hacer, básicamente confiamos en nuestra
comunidad, en nuestros familiares. De no existir
esa confianza, esa fe, el grupo se disgregaría.
Es una confianza ingenua, porque si nos ponemos
a analizar, sólo se basa en la repetición, en la
costumbre, y eso es lo que descubre el paranoide.
Es un hombre o una mujer que se planta frente al
consenso y se pregunta el por qué de las bases de
ese consenso y obtiene una conclusión negativa:
que no estamos asentados en una comunidad que pueda
darle tranquilidad absoluta y que las personas que
lo rodean pueden ser potencialmente sus enemigos,
no son leales o fieles. Aquí falta entonces la adhesión
al sistema de creencias común, a lo consensuado.

Abuso del razonamiento deductivo

Si alguien desconfía de un sistema de creencias
consensuado, evidentemente debe formar, si no se
desmorona como persona, su propio sistema de creencias.
Éste se va a basar en un uso abusivo del razonamiento,
de la interpretación, que formará una posición muy
particular en relación con el resto de las personas.
Utiliza básicamente un tipo de razonamiento deductivo
que parte de un prejuicio, por ejemplo: “Me
quieren perjudicar”, que los hechos particulares
sólo confirman o no. Es este prejuicio el origen
de muchos de sus juicios falsos, y hace que interprete
las acciones de los demás como rebajantes, amenazantes
y hostiles; en consecuencia, siempre son obstinados,
rígidos y están a la defensiva.
“El pensar razonado es el juez infalible sobre
el ser o el no ser. Ninguna cosa inmediata debe
aceptarse de por sí como real: todo debe «fundamentarse».
Sólo es real lo que puede explicarse. Lo que no
puede explicarse mediante axiomas libres de contradicción
no existe.”(#)
Búsqueda de las claves
Los paranoides tratan de buscar las claves que revelan
las intenciones de los demás, buscan la segunda
intención, la prueba que demuestre que estaban en
lo cierto. Dividen a las personas entre los que
están con ellos y los que están en contra, no hay
términos medios.

Evitación de la intimidad

Se mantienen firmes en su postura; evitan la intimidad
por temor a dar información que pueda ser utilizada
como arma por sus enemigos. “Evito la intimidad,
el contacto, mantengo un tipo de relación superficial,
y por supuesto que voy a ser susceptible, voy a
estar alerta ante las actividades de los demás.
Detalles que para otros pueden ser cosas triviales,
banales, para mí encajan perfectamente en un patrón
concatenador de hechos, que pueden llegar a ser
indicios de un complot o algo que están tramando
en mi contra.”

Estado de alerta

Por eso están muy alertas. Se nota en el paranoide,
cuando se lo observa, el estado de alerta, de tensión.
Es una persona que está en lucha: “olfatea”
el ataque, el complot y la infidelidad donde los
otros nada ven.
Rencorosos
Son rencorosos, recuerdan los agravios, las humillaciones
y los insultos por siempre, y están a la espera
del retrueque y la venganza. La sobrevaloración,
la intolerancia a la crítica, la autojustificación
de los errores, el humor irónico y la necesidad
del contrincante (siempre están peleando con alguien),
completan los rasgos de esta personalidad.
Desde el punto de vista clásico se caracteriza a
estas personalidades por los siguientes items: desconfianza,
susceptibilidad, proyección, autorreferencia, grandiosidad.
En este caso, “proyección” es atribuirle
a los demás intenciones que coinciden con los prejuicios
del paranoide.
Grandiosidad
Decimos “grandiosidad” porque tienen su
propia manera de ver el mundo y le dan un alto grado
de validez respecto de la forma en que lo evalúan
los demás. “La diferencia entre los otros y
yo es que pienso; lo que digo lo razono en todos
los detalles y las otras personas no. En consecuencia
las conclusiones que saco son mejores y verdaderas,
lo he comprobado muchas veces. Es así. Mi mujer,
por ejemplo, tiene dos neuronas: una para controlar
los esfinteres y la otra para mantener el equilibrio.
Si usa una de ellas la otra se descontrola, o se
hace pis o se cae al piso. Así que opta por no usarlas,
no pensar.”
El porte
Si lo describimos, observamos que es muy detallista,
puntilloso; es una persona de porte prolijo, no
es un desaliñado o un bohemio: es atildado y conserva
una postura erecta, desafiante; la mirada es hacia
los ojos, de estudio. Mira a los ojos o de costado.
Los rasgos suelen ser duros, el entrecejo ceñido.
Inspira respeto. Cuando está frente a nosotros nos
estudia, sentimos la sensación de estar rindiendo
examen. Sopesa constantemente lo que decimos, cómo
lo decimos, y sobre todo cómo nos dirigimos a él.
Se considera una persona respetable y de valor.
No es conveniente tutear a un paranoide, hacerlo
esperar o no mantener ciertas reglas mínimas de
cortesía.
Un hombre de dos caras
Si tenemos oportunidad de hablar con un familiar,
vamos a encontrar un rasgo cuya descripción aún
no he hallado en la literatura: el paranoide tiene
una conducta bifronte: tiene un tipo de conducta
para los allegados y otra muy distinta para los
otros. “En casa siempre está malhumorado, poco
comunicativo, pero con sus amigos o en el trabajo
es otra persona: hace bromas, charla con todos,
se hace querer.”
“Hay algo que me da mucha bronca de mi padre,
en casa lee el diario, mira televisión, siempre
con mala cara. Si cualquiera lo llama por teléfono,
se convierte en otra persona, es parlanchín, chistoso.
Cuelga el tubo y vuelve a tener mala cara.”
Respeto por la jerarquía
Otro rasgo es el respeto por la jerarquía. A pesar
de la desconfianza, el paranoide valoriza mucho
la jerarquía. Es éste un elemento muy importante
para ser tenido en cuenta por el psicoterapeuta.
Tienen un sistema de jerarquías, respetan a unos
y desvalorizan a otros. Y así en todos los ítems
de la vida. En la familia o en el trabajo, por ejemplo,
respetan sólo a las personas a las que les atribuyen
cualidades suficientemente valiosas. Al resto los
descalifican. Sólo consiguiendo el respeto de un
paciente paranoide podemos realizar un tratamiento
eficaz. Y esto depende, amén de nuestra personalidad
y conocimientos, de una actitud franca y coherente,
sin ocultamientos (es un experto en captarlos),
y del trato que le dispensemos. “Para conseguir
respeto hay que tenerlo”, decía Baruch Espinosa.

 


Notas al pie:

 

1
Publicado en la revista

Alcmeón
, Volumen 6, Nº 3, Noviembre de
1997. www.alcmeon.com.ar

2
Médico psiquiatra, docente de la Facultad de Medicina,
Universidad de Buenos Aires.  marietanweb@gmail.com


: : Si tiene cualquier inquietud
escríbame a marietanweb@gmail.com : :

 

Sobre el autor

Hugo Marietan

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SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA Y PSICOPATÍA

Hugo Marietan

Nacido en Buenos Aires, en 1951

Médico, Facultad de Medicina, Universidad de Bueno Aires, 1981, MN 62757

Médico Psiquiatra, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, 1986

Formación Docente: Egresado del Curso de Formación Docente Pedagógica en Ciencias de la Salud y Carrera Docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires

Docente Adscripto a la Carrera Docente Facultad de Medicina. de la Universidad de Buenos Aires desde junio de 1991 a la fecha.

Académico Titular de la Academia Internacional de Psicología de Brasil (2002)

Para ver el curriculum completo: https://marietan.com/curriculum/

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