Padres disfuncionales, pareja psicópata

Buenos días Dr. Hugo Marietan , mi nombre es U.
Le escribo en una situación desesperada, llena de dolor y de rabia.
He estado leyendo algunos artículos de usted sobre los que habla de estudios y experiencias que ha tratado sobre
la psicopatología, en mi caso me ha llamado mucho la atención el complementario y su psicópata.

 
Dada mi experiencia, me permitiré contarle lo que desde mi punto de vista ha sucedido.

 
Tengo 25 años, soy una persona (o era) llena de alegría y dotada de una fuerza de superación individual que me ha
ayudado a lo largo de mi vida, desde bien pequeñita.

 
En mi ifancia he tenido muchos problemas que he ido resolviendo, sacándo de ellos la fuerza de la que antes le hablaba, intentando siempre mantenerme viva a pesar
de las circunstancias que me rodeaban.
Estos problemas me hicieron ser más grande.
Mi padre se fue cuando yo apenas tenía cuatro años, tiene el VIH y a lo largo de todos estos años junté fuerzas para buscarle, conocerle sin rencor, poder enterderle y comprender la situación que ahora mismo él está viviendo junto a su hijo que posteriormente tuvo y del cual se está haciendo cargo desde siempre sólo.
Aprendí a reconocerle, a mirarlo ( aunque no he compartido más que unos días con él) y todo este proceso me ayudó en mi persona y concluí que era un ser distinto, que realmente se sentía arrepentido y logré aceptarle como era.
Después de que él se marchara dejando a dos hijos con 3 y 4 años mi madre empezó una seria relacción que se ha extendido 14 años en el tiempo.
Empezó a salir con un hombre que pronto vino a vivvir con nosotros y que hoy en día es el padre de mi hermana pequeña de 10 años.
La relación fue muy dañina para ambos. Cayeron en las drogas, llegaron a tomar heroína y a llevarnos a nosotros con ellos, escuchando y viendo cómo se colocaban a bases.
Un mal entendido les llevó a la cárcel a los dos. Yo tenía unos 11 años, mi hermando 10.
Nos quedamos al cargo de mi abuela, a los pocos meses todo se resolvió y ellos volvieron a casa, se desengancharon de la heroína y  en unos años tuvieron a mi hermana.
La relación se terminó por que mi madre y yo le piyamos en varios renuncios y mi madre lo hechó de casa.

 
Años después conoció a «otro ser» que también vino a vivir con ella y ante el cuál he tenido que enfrentarme (incluso judicialmente, mi madre le denunció) obsesivo, alcohólico (mi madre también bebe mucho)… fue con esta persona en la que yo solicité ayuda externa y traje al  creo que Psicópata comoTerapeuta Familiar convertido. 

 
Después de todas las situaciones en las que me he visto «muy metida» he llorado, he pataleado y sentido que no podía más pero no se si es la Fe que siento o qué, me convertí en una «mujercilla» lista, trabajadora, independiente. Empecé a estudiar y también a trabajar.
He estado cuidando de personas mayores ejerciendo como auxiliar de enfermería unos 5 años y ahora estudio 2º de Educación Social.

 
Mi propósito ahora es encontrarme porque siento que me ha despojado de mi persona.

 
Hace un año empecé la Universidad.
Conocí a el profesor más dulce de la vida y a los pocos días empecé una relación con él, (aquí empieza todo catorce meses después).
Tiene 42 años, supuestamente separado y con tres hijos. Vivimos en la misma ciudad, nuestra relación ha sido llevada a escondidas, primero por los compañeros de la facultad (él era mi profesor), después por que sus hijos pequeños tampoco tenían ni idea de nuestra relación, su ex- mujer, supuestamente sí.
Lo introduje en mi familia como Terapeuta Familiar, ya que aparte de ser un Líder Social, interviene en procesos complejos familiares, especialista en Sistémica.
Mi madre (al igual que mis hermanos), a pesar de llevarse tan sólo cuatro años de diferencia con él le dio toda la confianza, con el paso de los meses reconocí que había algo más entre nosotros y mi madre sin poder remediarlo lo aceptó aún sabiendo la situación de él y la importancia de los 17 años de edad que nos separan.

 
A los tres meses de iniciar la relación empezó a desarrollar toda una paranoia.
Decía que su instinto le hacía pensar y sentirse más que seguro de que yo le había engañado con otras personas.
Me dejaba llorando, diciéndome que tenía pruebas y estaba convencido, Se marchaba, apagaba el móvil días (4,5,8 días.. no más) y después volvía pidiendo perdón, decía que me amaba, que no podía estar lejos de mí.
Esta situación se ha ido repitiendo como una vez al mes a lo largo de todo el tiempo.
Al principio  llegué a pensar que seguía con su mujer, que se iba de viaje con ella y los niños y utilizaba la paranoia como excusa para poder irse y estar distanciado días de mí ( y no estaba muy lejos).
He intentado ayudarle, decirle que fuésemos juntos a un especialista, yo estaba dispuesta a todo con tal de que me creyera, por que yo no había hecho nada, todo lo contrario.
He estado todo un año intentando comprender la situación, sin salir, volviéndo a él una y otra vez hasta el día de hoy.
He intentado todo para que me reconociese que el único que estaba mintiendo es él, pero aún así que no pasaba nada. Mirándole le dije que le hablaba con el corazón, que nunca hice nada que a él pudiera hacerle daño, que me mirase él también y reconociera qué está pasando, por qué desaparece y vuelve, si necesita seguir o cambiar su vida. Me mira y dice que jamás me ha engañado con su mujer ni con alguna otra, que es cierto que ha viajado con ella y sus hijos pero jamás se ha acostado con ella, que me ama como a sus hijos, que él jamás ha sido así con nadie, que le da vergüenza,que siempre se ha creído lo nuestro…
Un día llamo a su casa y contesta su mujer. Pregunta quién soy y le digo que soy la pareja de su ex-marido, que si puede pasarme con él al teléfono.
La mujer se quedó helada, dijo que ella no estaba separada, me hizo preguntas como que de dónde era, cuando nos veíamos… me colgó y a raíz de aquí empieza todo este juego.

 
El «Terapeuta» se ha encargado de ir buscando a los chicos con los que cree que le he sido infiel, viajando a otra ciudad, amenazando a uno de mis amigos en particular y metiéndose en su vida llamándole para que reconociese que era cierto que nos habíamos acostado incluso ha viajado a otra ciudad más para ver a la ex-pareja de este chico y confirmarle que mientras ellos vivían juntos yo me acostaba con su pareja, incluso que había dormido en su casa cuando ella no estaba. Llegó a describirle la casa por dentro (yo jamás había estado en esa casa y tampoco había llegado a conocer a esta chica) simplemente era la pareja de mi amigo. También argumenta ( y eso me ha llegado a el alma) que tengo problemas psicológicos serios asociados a los transtornos familiares que he vivido, que le acoso y sospecho que ha llegado hasta a grabar conversaciones en las que yo le pedía que  por favor hablásemos

 
Toda esta situación me ha llevado a pensar que por miedo a que yo actuase vengándome (profesionalmente, en la universidad y demostrando pruebas a su mujer) es lo que le ha provocado actuar de esta forma.
Él no siente dolor alguno incluso dice que le he matado. Me veo en un tablero de juego por que siento que alguna finalidad debe de tener todo esto.
Ahora ya ha dejado de llamar y amenzar a las personas que él ha involucrado y yo estoy en qué debo hacer.
Suplantó una identidad para hablar con ésta chica y ahora ella, después de haber hablado conmigo nos hemos conocido personalmente y cree a la pareja con la que vivió y dice estar dispuesta a ayudarme en lo que yo crea que debo hacer.

 
He sido su complementario y me siento culpable por que a mis 25 años le amé y hubiese dado mi vida por él, ahora estaría muerta.
Tengo miedo de que el único recurso que le queda es ir a la policía y alegar que he sido yo quién le está acosando…
Este año por la circunstancias familiares que hemos vivido decidí traer conmigo a mi hermana pequeña de 10 años. Vivimos juntas, lucho por ella cada día, está feliz.

 
Dr Hugo Marietan, un consejo por favor…
Siento haberme extendido tanto.
Gracias de corazón, Ú

Ú
Aquellas personas que han sufrido mucho en su infancia por tener una familia patológica se acostumbran al maltrato, y son capaces de tolerar humillaciones y manipulaciones cuando son adultos por sus parejas. Es lo que pasó contigo. El abuso, del cual una mujer que no ha sufrido como vos huiría inmediatamente, vos te quedás y soportás.
Este hombre es una mala persona, indigna de estar a tu lado, por más que sientas que lo has querido o peor que aún lo quieres. Nunca te ha amado ni te amará. Has entrado en el tablero de juego que él te ha diseñado como una pieza menor, sin valor, solo un entretenimiento sexual.
Huye de él, como de una fiera en el bosque.
No mires hacía atrás, sigue adelante buscando hombres que valgan la pena, que sean normales.
No le hagas juicio, a menos que él te agreda físicamente. No te vengues. No hables más con su esposa (es humillante). No busques más pruebas. Olvídalo. Deja que siga con su vida miserable por otros caminos.
Tú dedícate a sanar tus heridas y a mirar, despacio, hacía un futuro lejos de hombres como él. No te aísles, al contrario, amplía tu red social, y no expliques a nadie qué paso con el “profesor mierda”. Una amiga no necesita de explicaciones, te acepta así; una chismosa sí quiere que le cuentes todo. Pero eso te hará revivir el veneno. No explique nada y nunca a otro hombre le cuentes esta triste historia, ni ninguna historia relacionada con tus hombres del pasado. Ellos son muertos sexuales, y vos de muertos no hablás.
Sigue tu vida y ten claro tus nuevos objetivos.

Dr. Hugo Marietan, 30 de enero de 2012