Psicopatía y psicópatas
Sitio del Dr. Hugo Marietan
PRINCIPAL – ARTÍCULOS – PSICOPATÍA – ESQUIZOFRENIA – DEPRESIÓN
Otros autores – SEMIOLOGÍA PSIQUIATRICA – Poesías y Cuentos – Cartas comentadas
No quiero criar monstruos Hola Dr. Marietan. Estuve leyendo su página de internet, y me doy cuenta de que necesito algo de ayuda. Tengo problemas con mi esposo y con mi hija. Son muy agresivos verbalmente conmigo y también entre ellos. O quizá sea yo, que no se reaccionar, no consigo gritar, dicen que no tengo carácter, ese tipo de cosas. Hace diez años que estoy casada, y tengo una hija extra-matrimonial, de quince años. de una relación anterior. Hace unos años, cuando mi hija tenía cuatro, tuve serios problemas de violencia familiar con mi hermana y con mi padre, que se quedaron con todo y me dejaron en la calle, en síntesis, por ser madre soltera y la «vergüenza» de la familia. Luego me casé con quien es mi actual esposo. La familia de mi esposo – mis suegros, y dos hermanas de mi suegro- coinciden con ese profundo desprecio, en especial hacia mi persona, y también desprecian a mi hija. Son de hacer habladurías en el barrio, y de criticarme. Me desesperé, hice lo que pude para darle una buena crianza, pero resulta que nunca nada era/ es suficiente. Yo velaba por ella las 24 hs; de noche, por las dudas, de día también, iba día por medio- en realidad casi todos los días- a hablar con sus maestras, con la directora, etc. Yo era la mamá que siempre estaba «citada». La mamá «joven» (término que usaban peyorativamente para darme a entender que yo era «tonta») a la que tildaban de descuidar a la hija, o de sobreprotegerla, otras veces me decían «tu hija la lleva de las narices». siempre, hiciera lo que hiciera, todo estaba mal. Cuando estaba en casa y ella en la escuela, yo sufría ataques de pánico y de ansiedad, ya que en todas las escuelas sus compañeros la golpeaban, tenía miles de problemas. Aun tiene una cicatriz que una compañera le hizo con una navaja. Otra, de una trompada que le propinaron en la hora de educación física, aparentemente su propia profesora, pero mi hija dice «no recordar»; otra cicatriz es de una tarde que se quedó con mi hermana, según el médico, fue una feroz trompada, pero mi hija dice «no recordar», o «me parece que me caí, eso dice la tía» (?). En cuanto al incidente de la navaja, su relato es terriblemente confuso, y no concuerda con los dichos de las compañeras, y las maestras-que estaban a un metro de distancia- tienen otro relato, distinto también, al de dos madres que estaban ahí en ese momento. El año ante-pasado, una de sus profesoras me advirtió «es manipuladora», «todo el tiempo está como calculando». Ahora se llevan cada vez peor, se siente pesado el aire si están ambos en el living, porque empiezan las agresiones verbales, y yo la verdad no se que hacer. Mi hija grita, contesta mal, insulta, provoca, busca hacer problema y escenas. Yo no quiero este tipo de vida, ayer pensaba en irme así sin mas, internarme en un loquero. No sirvo para vivir en clima de contienda en mi casa. Puedo enfrentar cualquier cosa afuera, no me importa, ni tengo miedo. De hecho pude sacarle el arma a un ladrón, gritarle, y casi sin alterarme. Pero en casa no me sale. Tuve muchísimos problemas con la crianza de mi hija, el padre biológico se «borró» y nunca recibí ayuda, sino continuos desprecios, etc. Me identifico con una frase que leí en su página «Dr., ese chico me roba la vida». No pude trabajar. Caí en la «trampera»: hija absorbente- no quiere que mami trabaje; Esposo/suegros absorbentes, no quieren que «la mujer» trabaje porque «la mujer se puede ir con otro tipo». Mi suegra por ejemplo, jamás sale de su casa si no es del brazo de «su marido». Acaso por que? por mi manera «tonta» de ser? ¿Soy culpable por ser «agua de estanque», que ellas sean basuras de persona?? me niego a aceptar eso, es demasiado injusto. jamás inculqué a nadie el mal, sino todo lo contrario. Pero parece que ven fácil convertirme en chivo expiatorio»., Claro, yo sería la «sumisa» de la familia, la que sirve la mesa, el café, con todo el amor del mundo, aunque la hayan insultado diez segundos antes, la que juntaba los platos rotos cuando mis padres se peleaban, la que daba la cara por mi hermana en la escuela, todo yo. Pero yo no quiero más este papel de idiota. Y no se cómo se hace, no entiendo como la gente puede abrir la boca y sencillamente insultar, gritar, pelear, odiar, discutir, tirarse «indirectas». Yo no puedo. Cómo hacer para salir de este laberinto. Atentamente, Andrea
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