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El
silencioso plan del psicópata entre las rejas
Jekyll y Hyde, separados por el muro
La Gaceta. Por Juan Manuel Montero
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/327126/Opinion/Jekyll_Hyde_separados_muro.html
Tucumán. El caso que protagonizó
Rodolfo Martín pone en tela de juicio otra vez
la rigurosidad de los controles carcelarios. Se debe cambiar
la ley.
En 2007, Vera salió de
la cárcel con permiso judicial y masacró
a toda su familia. En el penal su conducta era ejemplar.
"Nunca se puede saber qué
hará una persona cuando traspasa los muros".
La sentencia del psicólogo Gustavo Vaquera estremece.
El fue el encargado de refrendar un informe a partir del
cual Rodolfo Martín accedió a permisos especiales
para dejar la cárcel de Concepción. Dos
mujeres tiemblan aún hoy, casi 72 horas después
de que acusaron a Martín de haber intentado raptarlas.
Es un caso muy similar al que protagonizó el condenado
hace nueve años y que aún hoy hace temblar
por lo menos a otras cinco mujeres, una de las cuales
estuvo muy cerca de encontrárselo el viernes.
El estudio de la mente humana es complejo. En Estados
Unidos cada vez más aparentemente inofensivos estudiantes
se convierten en asesinos en masa. Después los
expertos se preguntan qué puede haber influido
en la psiquis de la persona como para abrir fuego contra
alumnos y profesores. Como pasó en el caso de la
escuela de Columbine, llegaron a decir que los asesinos
estaban desequilibrados porque escuchaban música
de Marilyn Manson. El verdadero Manson, Charles, escuchaba
y pretendía ser parte de Los Beatles, lo que no
significa que la música de los fabulosos cuatro
haya inspirado a los miembros de "La Familia"
sus horribles crímenes.
No se entiende que algo tan delicado como determinar psicológicamente
si una persona está en condiciones de reinsertarse
en la sociedad recaiga en un solo profesional, sobre todo
si la personalidad de ese mismo condenado ya había
sido catalogada como perversa.
Hace casi
dos años, también desde Concepción,
se dejó salir a Jorge Orlando "El Loco"
Vera, quien purgaba una condena por haber violado a dos
de sus hijas. Cuando cumplió la mitad de la pena,
tal como determina el artículo 17 de la ley 24.660
(Ejecución de la pena privativa de la libertad)
pidió las salidas transitorias.
Tenía conducta ejemplar y el psicólogo
(también Vaquera) determinó que estaba en
condiciones de reinsertarse y de "estrechar lazos
con su familia". Le permitieron una salida de 48
horas, no regresó al penal y armado con una pistola
masacró a su esposa y a dos de sus hijos. Nadie
se había dado cuenta del pérfido plan de
Vera. Hoy no se sabe nada del
destino del triple homicida. Algunos creen que se suicidó
en el monte, cerca de Los Pizarro, donde concretó
los crímenes. Otros, que aún espera la oportunidad
de terminar su venganza contra otros miembros de su familia,
los que son custodiados permanentemente por la Policía.
El caso Vera no dejó ninguna enseñanza.
En el penal de Concepción hay un psicólogo
para más de 200 internos. ¿Cómo hace
para seguir cada caso? En Villa Urquiza no son muchos
más. Tres, para casi 1.000 internos. En Concepción
no hay psiquiatra ni asistentes sociales. Otro tema complejo
es el del comportamiento. ¿Qué significa
conducta ejemplar? ¿Cómo se pasa de un mes
a otro de conducta muy buena a ejemplar?
Ficción y realidad
La literatura tiene ejemplos paradigmáticos para
explicar las personalidades duales como es "El Extraño
caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde", la novela Robert
Louis Stevenson. O las andanzas de Patrick Bateman, el
"Psicópata Americano", de Bret Easton
Ellis, o la truculencia de Norman Bates, en "Psicosis",
el libro de Robert Bloch, llevado al cine por Alfred Hitchcock.
En el comic, aparece Dos Caras, el villano creado por
Bob Kane para enfrentar a Batman.
En junio pasado el vocal Carlos Pellegri, de la Cámara
Penal de Concepción analizó el caso Vera.
"Los informes psicológicos y psiquiátricos
demostraron que no son garantía suficiente para
avalar la salida de un condenado", dijo.
¿Qué pasó entonces con Martín?
Cuando perpetró los ataques consecutivos en 2000
se lo consideró un hombre peligroso. Recibió
una pena de 23 años de prisión. Al cumplir
la mitad de la condena, el Servicio Penitenciario consideró
que debía tener salidas transitorias. El 7 de mayo
abandonó el penal y, a pesar de que debía
regresar a las 12 horas, no lo hizo. Los resortes correspondientes
no se activaron. Nadie fue a la casa del condenado en
Tafí Viejo para saber si se encontraba allí.
Martín, el hombre que estaba listo para comenzar
su rehabilitación en sociedad, el que debía
estrechar lazos familiares, vive ahora el mismo proceso
judicial que afrontó a partir de 2002.
Si el artículo 17 de la ley 24.660 es permisivo
(como admiten en la Justicia), habrá que cambiarlo.
Pero hasta que eso suceda, se deben reforzar los análisis
psicológicos. Tratar de
determinar de todas las maneras posibles si no se está
largando a la calle a un psicópata con ganas de
reincidir.
Tener conducta ejemplar, ¿conlleva
la seguridad de que el reo seguirá comportándose
de la misma manera del otro lado de los muros?
¿O la flexibilidad de los controles permitirá
que la verdadera cara del delincuente se conozca únicamente
cuando paladee las mieles de la libertad? Para ese momento
sólo quedará el lamento oficial y una huella
imborrable en cada una de las víctimas.