Sólo para estudiantes y
profesionales de la salud
CURSO SOBRE ESQUIZOFRENIA
Director Hugo Marietan
marietanweb@gmail.com
Derechos Internacionales Reservados
Quinta Lección
Kurt Schneider
(1987 –
1967)

Schneider
fue un hombre estudioso, reservado, meticuloso. Había
nacido en Crailsheim, Württemberg, Alemania. Estudió
medicina en Berlín y Tübingen, donde conoció al profesor
Robert Gaupp, quién lo guió en sus primeros estudios de
psiquiatría. Fue director del Instituto de investigaciones
psiquiátricas de Munich, en 1931. Y desde 1945 a 1955 fue
docente de psiquiatría y neurología en la Universidad de
Heildelberg. Como docente, recuerda su alumno Gerd Huber,
trataba de que sus clases fueran claras, concisas, libres
de ornamentos.
Cuenta J.
J: López Ibor que cuando le preguntaron a Schneider por
qué no escribía un tratado de psiquiatría, el respondió
que no le interesaba repetir lo que ya estaba en otros
textos, que lo que tenía que decir ya lo había escrito en
su “Patopsicología Clínica”. Era un prolijo psiquiatra
descriptivo, muy prudente en no caer en generalizaciones
teóricas que lo eleven más allá de lo inferido a través de
la clínica. Muy lector de Karl Jaspers, conceptualizaba al
“proceso esquizofrénico” como una interrupción en la
continuidad de sentido de la vida psíquica. Conocía la
limitación de sus posturas y señalaba que por el camino
analítico descriptivo no se podía llegar muy lejos.
Prefería el análisis estructural que implica no sólo lo
orgánico de base sino también la personalidad del enfermo.
De pensamiento cartesiano, expone con claridad y delimita
con rigor los conceptos clínicos y conserva una fuerte
autocrítica hacía su propia obra.
Extraemos de
su Patopsicología el siguiente párrafo:
“Entre
los numerosos modos anormales de vivencia que surgen en la
esquizofrenia existen algunos a los que denominamos
síntomas de primer orden, no porque creamos que se
trata en ellos de ‘alteraciones básicas’, sino porque
poseen un muy especial valor, tanto para el diagnóstico
frente a lo psíquicamente anormal y no psicótico, como
frente a la ciclotímia.
Tal
valoración se refiere, por tanto, solamente al
diagnóstico. Pero con ella no se afirma nada con respecto
a la teoría de la esquizofrenia, como sucede con los
‘síntomas básicos’ y los ‘síntomas accesorios’ de Bleuler
o los síntomas ‘primarios’ y ‘secundarios’ del mismo
autor y otros.
Durante
el transcurso de lo que venimos diciendo hemos mencionado
ya todos los síntomas de primer orden, ilustrándolos
asimismo con ejemplos. Dichos síntomas, citados en el
mismo orden en que los hemos venido mencionando, son los
siguientes: sonorización del pensamiento, oír voces que
dialogan entre sí, oír voces que acompañan con comentarios
los propios actos, vivencia de influencia corporal, robo
del pensamiento y otras influencias del pensamiento,
percepción delirante, así como todo lo vivido como hecho e
influenciado por otros en sector del sentir, de las
tendencias y de la voluntad. Allí donde tales modos de
vivencia se hallen francamente presentes y no se
encuentren enfermedades somáticas básicas, hablamos
clínicamente y con reservas de esquizofrenia. Pues ha de
ser tenido precisamente en cuenta que todos ellos pueden
surgir en ocasiones en aquellos estados psicóticos que
brotan sobre el terreno de una enfermedad básica captable:
en las psicosis alcohólicas, en el estado crepuscular
epiléptico, en las psicosis anémicas y otras psicosis
somáticas, en los más diversos procesos cerebrales. Podría
quizá reconocerse, además, otros síntomas esquizofrénicos
de primer orden. Pero nos limitamos a aquellos que
resultan susceptibles de ser captados sin excesiva
dificultad, tanto conceptualmente como en la explosión
clínica”
Referencias:
Schneider K. “Patopsicología Clínica”,
Editorial Paz Montalvo, 4º edición, Madrid, 1975
Huber, G. Am. J. PsychiatrY 151, 10,
octubre 1994
Los síntomas de la esquizofrenia
H.
Marietán, 2000
Lo que
sigue es una desgrabación de una clase dada para médicos
del curso de especialistas en psiquiatría. Se ha respetado
el estilo coloquial ( y las reiteraciones propias de estas
clases) y la intervención de los alumnos, para no quitarle
la ‘frescura’. Transcribiremos dos clases del años 2000
(esta y la próxima) para luego comenzar con las clases del
año 2001, donde varios de estos síntomas son enfocados de
acuerdo a un modelo de funcionamiento mental novedoso.
Clasificación de los síntomas esquizofrénicos
(K. Schneider, 1950)
I) SÍNTOMAS DE PRIMER
ORDEN O PRIMER PLANO
(Directamente causados por
el proceso esquizofrénico)
A)
Humor delirante.
B) Experiencia (vivencia)
delirante primaria.
a) Percepción
delirante.
c) Intuición
(ocurrencia) delirante.
C) Sonorización del
pensamiento o “eco” del pensamiento.
D) Audición de “voces”
a) “Voces” que
se interpelan en forma de diálogo.
b) “Voces” que
acompañan con comentarios los actos del enfermo.
E) Vivencias de
influencia.
1) Sobre el
pensamiento.
a) “Robo” del
pensamiento.
b) Divulgación
del pensamiento o difusión del pensamiento o pensamiento
“expropiado” o pensamiento “enajenado”.
c)
“Imposición” o “influenciación” del pensamiento.
2) Sobre el propio
cuerpo.
a) Acción de
aparatos.
b) Acción de
rayos.
c) Acción de
hipnosis.
d) Acción de
sugestión.
e) Acción de
electricidad.
3) Sobre los
sentimientos.
4) Sobre la
voluntad.
5) Sobre las
tendencias.
Otras alteraciones del
pensamiento.
a) Pensamiento disgregado.
b) Pensamiento
interrumpido (interceptado) bloqueado.
c) Pensamiento acelerado.
II) SÍNTOMAS DE SEGUNDO
ORDEN O SEGUNDO PLANO
( Representan las
reacciones del paciente a las vivencias propias del
proceso esquizofrénico.)
A) Ocurrencia delirante.
B) Perplejidad.
C) Vivencia de
“empobrecimiento” afectivo.
D) Distimias.
E) Alucinaciones.
Estos son los
criterios de primer orden de Schneider sobre
esquizofrenia.
Vamos a
trabajar sobre el tema de esquizofrenia un poco de la
manera dinámica, porque ya todo el mundo sabe, estos
conceptos son muy básicos.
Esquizofrenia
Un caso
Les voy a contar el caso de un paciente
que vino a verme ayer a la tarde. Me consulta por un
problema de tipo matrimonial. Es una persona de 55 años,
con un discurso coherente, un modo de expresarse
tranquilo; acorde el discurso con el tono afectivo. Casi
al terminar de narrar las desavenencias de pareja, dice:
“¡ah! otro dato que quiero comentar con usted. Yo estoy
viviendo ahora con mi nueva mujer, de mi misma edad,
55 años, tiene tres hijos, un muchacho de 24, una piba que
ahora tiene 18 años y otra hija menor. Cuando la chica de
18 tenía 16 años y estaba en el colegio secundario, un día
se encerró en su habitación y no quiso salir de allí. La
madre trato de hacer todo lo posible, para que la chica
pudiera salir y cuando se le preguntaba ¿porque te
encierras?, contestaba que era porque le daba vergüenza”.
Las características de la joven son
comunes, no es desformada, no tenia nada raro; tenía
vergüenza y se aisló. Solamente salía para comer y volvía
a la pieza. Entonces estuvieron pensando que se podía
hacer con ella. Estaba aislada hacía más de un año ahí.
“Yo le dije como al pasar a la madre, que es mi pareja
actual, me parece que a esta chica le hace falta unas
relaciones sexuales ¿Y que te parece si yo la inicio
sexualmente a tu hija para sacarla de ese aislamiento?”.
Esto dicho en tono normal y con esos términos. La madre
dijo: “Y... Podría ser pero de qué manera lo podemos
hacer”. El: “Y.... que sé yo, se me ocurrió empezar a
mandarle cartitas por debajo de la puerta, así
insinuándole cosas. Así lo hice hasta que la joven comenzó
a contestar, todo de acuerdo con la madre. Porque yo no
voy a hacer nada que no este de acuerdo con mi pareja. A
tanto llegó este asunto que, al final ella me manda una
notita que dice que este viernes, o sea mañana, acepta
salir a cenar conmigo y concretar la propuesta que yo le
hacia”.
Tal vez ustedes dirán: ‘pero este
hombre es un marginal, y esa madre...’. No, el señor es
dueño de lo que se llama ahora una Pyme
y a la señora tampoco le faltan recursos. Ellos habían
encontrado este tipo de solución al aislamiento. El hombre
dice: “lo he consultado con mis amigos, y me han dicho qué
bárbaro, una de 18, dentro de un mes tenés a las dos en la
cama”. Bueno, hasta aquí fue la narración de este hombre,
de 55 años, muy suelto de cuerpo y tranquilo, bueno, en
fin...
A: ¿Y por
qué consultaba, cual era la preocupación de él?
P: La
preocupación de él era, simplemente, que tenia problemas
con su ex esposa y colateralmente, digamos, como un anexo
me contaba estas cosas.
A: ¿ Con
la comunicación por cartas a través de la puerta...?
P: Es
interesante todo eso porque se acepta la posición de
enclaustramiento de la persona y cual preso se le envía
cartas por debajo de la puerta, entran todo en un juego, y
la perversión dando vuelta por ahí.
El aislamiento es una conducta que
puede ser esporádicamente normal en el adolescente, puede
ser una demanda de atención.
A esta gente no se le ocurre una cosa
sencilla como preguntarse “¿y si la llevamos a un
médico?”, no digo ya a un
psicólogo o un psiquiatra.
A: claro,
Lo que pasa que esa mamá es muy particular, no? Un año y
medio y que a esa propuesta se la vea como algo posible...
P: Un año
y medio donde ella hace todo el esfuerzo posible para
comunicarse con la hija, según relata este hombre, y a lo
sexual lo ve como un medio terapéutico, así esta
presentado el caso para ayudarla de alguna manera a la
chica, la madre apoya totalmente el tema y con el
beneplácito de los amigos. Igualmente no consulta por
esto, sino por un problema de pareja que tiene con su ex
mujer, un tema que lo esta volviendo loco. Está depresivo.
Es un tipo muy correcto, muy amable, con muy buen léxico,
no crean que es un loco americano como en las películas;
es un tipo común, rechonchón, 55 años, canoso, no se
distingue del resto de nosotros.
Pero fíjense que este signo del
aislamiento llama muchísimo la atención, ¿porque se aísla
una joven de 16 años?
Aislamiento
Traigo el caso a colación porque ante
un síntoma a veces las personas recurren a solucionarlo
con medios atípicos.
Esta joven se había aislado, no un
aislamiento común sino que se encierra durante un año o
más, generando la preocupación de toda la familia. Me
interesa rescatar que hay conductas que se producen en la
adolescencia que pasan de castaño a oscuro: problemas de
aseo, de aislarse, de no querer interactuar. Pero un
aislamiento de un año hace sospechar otra cosa.
Es importante tener claro algunos
conceptos de la vieja escuela con respecto al diagnostico
de esquizofrenia, que es el tema que tengo que dar en dos
clases.
Humor delirante
Schneider y la escuela alemana lo llama
humor delirante y la escuela francesa habla
del humor esquizofrénico, y Conrad lo llama
trema. Es esa sensación de expectación (trema es
parte de la jerga del teatro), esa sensación de
expectación ante la escena, esa tensión previa de que algo
va a pasar y que uno no sabe qué. Semejante a esa postura
que tienen los estudiantes a veces frente a un examen, hay
tensión y no saber qué va pasar. ¿Cómo voy a estar? Pero
puesto en la persona del supuesto esquizofrénico el tema
se refiere a la tensión de que algo esta por ocurrir pero
no sabe qué, es en parte una especie de perplejidad,
que Schneider lo tiene como un síntoma secundario porque
la perplejidad se observa en los normales y en muchos
cuadros psiquiátricos.
Perplejidad
La perplejidad es no poder y no saber
ubicarse tanto en sí mismo como en la situación, es ese
parate frente a un hecho, a un orden no previsto. Esa es
la sorpresa, es ese estar quieto hasta que
el cerebro asimile a través de la sensopercepción, desde
nuestras informaciones mnésicas, de qué se trata esto y yo
qué hago acá, cual es mi papel y qué tengo que hacer; ese
parate, ese esperar hasta que el cerebro nos diga “vos
estas en tal parte, en tal lugar y la situación es de tal
índole”.
El esquizofrénico habitualmente se
encuentra perplejo, ¿por qué? Porque el “medio” lo
sorprende constantemente, lo enfrenta a un orden no
previsto, él espera la rutina, o sea que espera lo
cotidiano, lo familiar, lo normal la rutina
sensoperceptiva, siempre lo mismo y de repente se
encuentra con algo distinto y para colmo ese algo distinto
que encuentra el esquizofrénico en el ambiente no es
consensuado, ese algo distinto que el percibe no es
compartido por el resto. Entonces aumenta la perplejidad y
aumenta también la sensación de no comprensión, de no
comunicación con el resto y se aísla. El aislamiento
usado como recurso para evitar más estímulos exteriores,
para concentrarse en un lugar donde las rutinas
sensoperceptivas se mantengan Se intenta bajar el nivel de
información exterior, bajar el nivel de intensidad de
información, y concentrarse en este fenómeno que le ocurre
en este momento que no puede discriminar. Esta es una de
las etapas dramáticas de la esquizofrenia; en esta etapa
inicial no puede discriminar qué le pasa, no puede
identificar, no puede darle un nombre, no puede darle un
concepto a lo que le está pasando. Es decir, no lo puede
entender, lo cognitivo no le sirve. Tiene la sensación,
tiene lo afectivo que esta enviando información difusa, no
uniforme, no formada, y lo cognitivo no puede procesar esa
información para dar una explicación de lo que pasa. Se
encuentra sorprendido, perplejo y recurre al aislamiento
para bajar un poco el nivel de información.
No consensuado
En esta etapa del humor delirante el
esquizofrénico se encuentra con una enorme incógnita.
Cuando quiere comunicar algo no es comprendido. Visto de
afuera parece desconectado. La gente, el común utiliza una
frase “está raro”, es decir que no conserva los patrones
conductuales habituales, hace cosas que no solía hacer.
La inseguridad
¿Cuánto puede durar esto? Depende de
cada cuadro, hay personas que se mantienen mucho tiempo en
un estado así, de humor delirante. Para el paciente es
altamente angustioso, acá no hay alegrías, esto no es
divertido, crea mucha inseguridad. Y la inseguridad genera
tensión y su referente afectivo es la angustia.
La vivencia de seguridad depende
directamente del nivel de información. La información es,
de acuerdo a la definición de los físicos el descenso de
la incertidumbre. Fíjense que los físicos no dicen que la
información es la certeza de... sino que es el descenso de
incertidumbre sobre tal cosa.
La información, el que se sepa donde se
está, a donde se va, cual es el estado en este momento, y
que el medio a su vez no implique algo dañoso para el
sujeto, da seguridad y un descenso de la tensión. A esto
se le llama relajación que da como referente afectivo la
sensación de bienestar, uno se siente bien, cómodo. Es al
revés del estado de trema o del humor delirante:
inseguridad, tensión, angustia y expectación dañosa para
él mismo.
El hombre no tolera la incertidumbre
prefiere ser engañado, prefiere que le mientan con una
buena mentira a que le digan no sabemos qué va a pasar a
acá.
El delirio
¿Cuándo se termina el humor delirante,
el estado de tensión, el no saber? Cuando comienzan a
aparecer las explicaciones. Entonces se tiene una
hipótesis de trabajo. En el proceso esquizofrénico a esto
se le llama delirio. Lo cognitivo sale en ayuda, le
encuentra una explicación a las sensaciones afectivas, y
lo enmarca, le da nitidez, le da un recorte intelectual y
lo ubica en una forma o sea que ya tiene la información.
Interpretación anómala de lo percibido (IAP)
(Marietan, 1998)
Este proceso puede comenzar con la mal
llamada percepción delirante, sabemos que la percepción no
delira. En un estudio hecho por Goas en España, sobre
quinientos esquizofrénicos, en un seguimiento de quince
años, dice que de los signos primarios de Schneider, el
único que queda es la percepción delirante. La IAP tiene
dos pasos. La percepción es correcta, lo que es incorrecto
es la interpretación de esa percepción ¿Incorrecta para
quién? Para los demás, o sea que en lugar de decir
interpretación incorrecta es mejor llamarla no
consensuada.
A: Por
ejemplo, un paciente me decía que escuchaba voces, que
desde todo el edificio escuchaba voces que se estaban
burlando de él. A partir de ahí me empieza a hacer toda
una explicación de que lo estaban persiguiendo.
P: Pero,
como constata usted eso, en cuanto testigo, para decir que
es una IAP. En la IAP el objeto es externo.
A: Él
dice que vienen de las paredes de todo el edificio.
P: Usted
mira la pared y ahí no ve nada. Eso es una alucinación, me
parece un perfecto ejemplo, desde el punto de vista
clásico, de lo que es una alucinación, que proviene del
afuera para el paciente. Pero eso no es una IAP, eso es
una interpretación delirante de una alucinación.
A: Si yo
percibo una berenjena o sea digo es una bomba en forma de
berenjena,
P: Usted
esta ilusionando, si usted ve berenjena y cree ver una
bomba es una ilusión, una deformación de un objeto real.
A: Por
ejemplo cuando dice que la mirada del otro sé esta
burlando de mí,
P: La
persona mira, el otro esta mirando y, efectivamente, todos
están viendo que esta mirando, o sea, que la percepción es
correcta, pero la interpretación es caprichosa, errática
para nosotros, distinta, hace una interpretación que
nosotros no la haríamos. Esa sería la ecuación. Y que
nosotros no le encontramos un fundamento de peso para
decir que por el sólo hecho que “A” esté mirando al
paciente “B” eso ya implique una burla, al menos que este
acompañado de otros gestos burlones.
P: El
concepto de IAP es una de las cosas básicas dentro de lo
que es la esquizofrenia y es abundante cuando uno presta
atención al discurso del esquizofrénico, es más, él
necesita de este mecanismo para tranquilizarse, ¿Por qué?
Se mira en el espejo mira el rostro y lo ve cambiado: ¿eso
que es? Es una ilusión. Se ve en el espejo y
mira algo distinto. En los primeros estadios de la
esquizofrenia el paciente se ve y ve el rostro: es él,
pero no es él. Hay algo en ese rostro que no comparte la
rutina perceptiva habitual del rostro frente al espejo, es
decir, hay algo más ahí. Cuando se le pregunta si está
deformada la nariz, el ojo... No, el ojo está bien, la
ceja esta bien, la frente también, todo. Pero hay algo que
no es, no soy yo ese. Hay un plus en la rutina
sensoperceptiva que él capta pero no puede identificar,
hay algo que no esta funcionando. No alcanza lo perceptivo
simple y en ese intento de entender ese algo más es que
viene el segundo paso, que es la interpretación extraña,
anómala, distinta, autorreferencial, de lo percibido. Pero
lo esencial acá es este plus de lo percibido. El segundo
paso que es el intento de explicación, es secundario, pero
se le da importancia desde el afuera porque es la noticia
de que la persona esta tratando de explicar algo que no
entiende en realidad.
Cuando a uno de ustedes le ocurre una
cosa negativa, desfavorable, puede decir “tuve mala
suerte”. Si nos ponemos a analizar fríamente la frase no
tiene sustento lógico, pero de alguna manera, tranquiliza.
Ese es el mismo proceso que se cumple en el
esquizofrénico, hay un plus no entendible, algo esta
pasando que no se comprende y, como una ayuda, lo
cognitivo elabora una explicación y la toma como nosotros
tomamos “tuve mala suerte”, entonces nos agarramos de eso
para no caer en el sin sentido.
Gruhle decía
sobre la IAP que era un “relacionar sin motivo”, vemos, de
acuerdo al análisis que estamos realizando, que también
eso es erróneo. Decía un paciente “mire un cartel que
decía... eso significa que tengo que ver a Carolina”. ¿En
el cartel se mencionaba a Carolina? “No”, no había nada
ahí. No fue satisfactoria la información perceptiva, hubo
un plus, un disparo y lo toma como “tengo que ir a ver a
Carolina”. La otra característica que llama la atención es
la sensación de certeza inmediata de la interpretación
intelectual, no es que creo que “tengo que
ir a ver a Carolina” o me parece, si no que
es una certeza inmediata, como decía Jaspers “una certeza
incomparable”.
Ocurrencia delirante
Ahora vamos a ver el otro tema que
habla Schneider, la ocurrencia delirante En este caso la
interpretación no consensuada, rara y anómala no proviene
del exterior sino de la propia fantasía, de sus almacenes
mnésicos, como cuando se dice “soy el hijo de Júpiter o
Napoleón”.
Algunos autores dicen que este es un
fenómeno aún más grave que el de la IAP porque en esta el
disparo proviene del exterior, es sobre una cosa real y
consensuada, en cambio aquí el disparo proviene de la
propia psiquis.
Estos dos fenómenos: primero el humor
delirante y luego este otro fenómeno que trata de
encontrar chispazos de explicación, cosas esporádicas
donde vamos atando cabos sobre que es lo que nos pasa
interiormente a los esquizofrénicos. En esta etapa los
familiares dicen “Esta mejor pero dice Pavadas,
incoherencias, esta loco”. Luego llega la consolidación
del delirio, pero es un paso muy posterior.
Sonorización del pensamiento
En la sonorización del pensamiento el
paciente siente con alto volumen su propio pensamiento. No
es el pensamiento de otros, es el pensamiento de él, él
mismo esta pensando estas cosas. Cuando se le pregunta,
¿quién te dice estas cosas? El dice “yo estoy escuchando
mis pensamientos”.
Los esquizofrénicos que he visto en
esta etapa están aterrorizados, piden por favor que se
haga algo para que se les pase eso.
Sabemos que el pensamiento es subvocal.
Se piensa en palabras desde el punto de vista consciente,
pero una cosa es eso y otro cosa es escuchar en alto
volumen el propio pensamiento. Esta sonorización del
pensamiento, conocida también como eco, va a llevar a una
interpretación delirante de esta vivencia que es la
difusión del pensamiento donde se produce él
quiebre de lo privado a lo publico.
El pensamiento es algo privado, en
tanto no lo comuniquemos a través de lo verbal o de los
gestos o de la acción. El echo de sentir que el
pensamiento esta en alto volumen, más el defecto que se
produce por la esquizofrenia, lleva a la vivencia
delirante de que el pensamiento es escuchado por otros, se
pierde la privacidad y pasa a ser un pensamiento publico.
Cuando se le hace una pregunta al esquizofrénico, él, a
veces, responde: “si usted sabe doctor, para qué me
pregunta las cosas que ya sabe”.
Audición de voces
La audición de voces, se suele llamar
pseudo alucinación auditiva o alucinación intrapsiquica,
pero, que es? ¿Qué es esto, la audición de voces que no es
la de uno, es la de otro para el paciente? A una persona
normal se le pregunta si escucha voces y puede decir, “si,
la suya” o le parece rara la pregunta que le esta
haciendo, dice “ ¿qué
voces?”. En cambio le preguntas a un esquizofrénico y dice
“Si”, la fórmula es esa, el
esquizofrénico sabe de lo que le habla, Esto que es? Esto
es una cosa catastrófica, y para colmo, nosotros le
preguntamos que le dicen las voces y el paciente
nos cuenta que le dicen esas voces, como decía un paciente
mío, “yo estoy sentado en la mesa y tomo el cuchillo, lo
coloco en un costado y sobre el costado pongo la
servilleta arriba del cuchillo, pero me cuesta mucho
esfuerzo porque la voz me dice
“Agarra el cuchillo y mata a tu madre”, entonces el
paciente trata de alejar el cuchillo
para luchar contra la voz. Entonces anotamos Alucinación
intrapsiquica, si somos buenos semiólogos anotamos: “dice
que tiene que matar a la madre, la voz le comunica que
tiene que matar a la madre con un cuchillo... ” De donde
viene ese fenómeno, de donde vienen esas voces? ¿qué
son esas voces?....
Bueno nos vemos el en la próxima
clase.